«Contigo caminamos en esperanza, sabiduría y misión», lema del viaje apostólico de
Benedicto XVI a Portugal en mayo: Fátima, Lisboa y Oporto, etapas de la visita
Martes, 4 may (RV).- «Contigo caminamos en esperanza, sabiduría y misión». Es lema
que acompañará a Benedicto XVI – del 11 al 14 de mayo – en su viaje apostólico a
Portugal, en el marco de su peregrinación mariana a Fátima, cuya primera etapa será
Lisboa y la última Oporto. Viaje que ha sido presentado esta mañana por el director
de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Sobre este viaje pontificio, el cardenal
portugués José Saraiva Martins, prefecto emérito de la Congregación para las Causas
de los Santos ha concedido una entrevista a nuestra emisora. Entre otras cosas, destacando
los grandes lazos que unen a Benedicto XVI con Fátima:
«Hay grandes lazos
entre Benedicto XVI y Fátima, porque, entre otras cosas, el cardenal Ratzinger ya
estuvo en Fátima para presidir la peregrinación mundial, que ve en Fátima cientos
de miles de personas. Luego en otra ocasión, el cardenal Ratzinger estuvo en Oporto
para dar una conferencia en la Universidad Católica portuguesa en esa sede de Oporto.
Hay muchos lazos entre Benedicto XVI, Fátima y Portugal. Hay que recordar que fue
el cardenal Ratzinger el que preparó la publicación de la última parte del secreto
de Fátima. Entonces era Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y el
documento que se leyó en Fátima al final de la misa de beatificación de Jacinta y
Francisco fue preparado por el cardenal Ratzinger junto con sus colaboradores».
El
cardenal Saraiva acompañó a Juan Pablo II a Fátima, el año 2000. Le pedimos que nos
cuente el recuerdo que le queda de esa visita:
«Tengo muchos recuerdos,
pero hay uno sobre todo, al que me quiero referir y que fue para mí realmente conmovedor.
Juan Pablo II había querido muy pero muy intensamente que yo estuviera con él en la
beatificación de los dos videntes de Fátima, para llevarlos a la gloria de los altares
y poner el candelabro que iluminara al hombre de hoy y sobre todo a los niños de hoy.
Después de la beatificación de Jacinta y Francisco, cuando volvíamos a Roma, en el
avión, Juan Pablo II hablaba de ello con tanto entusiasmo, que su expresión decía
claramente que había logrado hacer al fin lo que tanto quería: beatificar a los dos
pastorcitos. Nunca olvidaré esa reacción el Papa Juan Pablo II: era un hombre feliz,
finalmente – pensaba para sí – ‘hice lo que anhelaba desde hace tiempo’. No olvidemos
que Juan Pablo II estaba íntimamente ligado a Fátima por tantos motivos, el atentado
no era el último. Lo dijo claramente y más de una vez que la Virgen de Fátima le salvó
la vida, porque – según él – fue propio la Virgen de Fátima la que desvió la bala
que habría podido matarlo. Estaba tan convencido de ello que ofreció a la Virgen de
Fátima la misma bala que debía asesinarlo y que ahora se encuentra en la Corona de
la Blanca Señora de la Cueva de Iría».