A pesar del contexto cultural que no favorece las relaciones humanas desinteresadas,
el Papa pide a los jóvenes hacer elecciones definitivas e irrevocables que den sentido
a la existencia
Domingo 2 may (RV).- Benedicto XVI ha pedido una oración especial por todos los jóvenes
que viven situaciones de sufrimiento, de dificultad, de desorientación. En su multitudinario
encuentro con los jóvenes en la plaza san Carlo de Turín el Papa se ha centrado en
el encuentro de Jesús con el joven rico del que nos habla el Evangelio y en su pregunta
de ¿qué hacer para conseguir la vida eterna?
El Pontífice ha aprovechado la
ocasión para reafirmar que hoy en día no es fácil hablar de vida eterna o realidades
eternas, “porque la mentalidad de nuestro tiempo nos dice que no existe nada definitivo:
todo cambia rápidamente”. De hecho el cambio se ha convertido en la palabra recurrente,
el ejercicio más exaltante de la libertad, y de esta forma los jóvenes a menudo piensan
que es imposible llevar a cabo elecciones definitivas comprometedoras para toda la
vida.
En este contexto el Papa se ha preguntado si ésta es la forma adecuada
de usar la libertad. Porque es cierto que para ser felices debemos contentarnos con
pequeñas y fugaces alegrías momentáneas, que una vez terminadas sólo dejan amarguras
en el corazón. El Santo Padre ha afirmado que ésta no es la verdadera libertad, ni
se alcanza de esta manera. “Cada uno de nosotros no ha sido creado para hacer elecciones
provisionales y revocables, sino elecciones definitivas e irrevocables que dan el
pleno sentido a la existencia.
Benedicto XVI ha exhortado a los jóvenes a tener
el valor de hacer elecciones definitivas y vivirlas con fidelidad. Todo ello a pesar
de vivir hoy en un contexto cultural que no favorece las relaciones humanas profundas
y desinteresadas, sino que por el contrario favorece a menudo encerrarse en sí mismos,
al individualismo, a dejar prevalecer el egoísmo que reside en el hombre.
El
Santo Padre ha pedido a los jóvenes que se sientan parte viva de la Iglesia, parte
de la obra de evangelización sin miedos, con espíritu de armonía sincera con los hermanos
en la fe y en comunión con los pastores, escapando de la tendencia individualista
y para respirar a pleno pulmón la belleza de formar parte del gran mosaico de la Iglesia
de Cristo.
En este encuentro de jóvenes, el Papa se ha referido lógicamente
a las Jornadas Mundiales de la Juventud, y en especial a la programada en Madrid en
agosto de 2011. “Un extraordinario acontecimiento –ha dicho el Papa- a la que espero
podáis participar en gran número y contribuya a que crezca el entusiasmo y la fidelidad
siguiendo a Cristo y acogiendo con alegría su mensaje, fuente de vida nueva”.