La visita apostólica a los Legionarios de Cristo confirma el comportamiento inmoral
del padre Maciel y su vida sin escrúpulos, desconocida para gran parte de sus miembros,
a quienes el Papa acompañará en su camino de purificación
Sábado, 1 may (RV).- Con su cercanía a todas las víctimas de los abusos sexuales cometidos
por el fundador de los Legionarios de Cristo, el Santo Padre asegura a todos los miembros
de esta congregación y a los del movimiento ‘Regnum Christi’ que no se les dejará
solos: la Iglesia tiene la firme voluntad de acompañarlos y ayudarlos en el camino
de purificación que les espera». Así se lee en el denso comunicado de la Santa Sede
sobre la reunión con los cinco obispos encargados de la Visita Apostólica a esta Congregación,
que se ha hecho público hoy.
Recordando que ayer y hoy el cardenal Secretario
de Estado ha presidido en el Vaticano una reunión con los cinco obispos encargados
de la Visita apostólica a la Congregación de los Legionarios de Cristo, el comunicado
añade que han participado también en esta reunión los prefectos de la Congregación
para la Doctrina de la Fe y de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada
y las Sociedades de Vida Apostólica, así como el sustituto para los Asuntos Generales
de la Secretaría de Estado. Los cinco obispos encargados de la visita apostólica a
la Congregación de los Legionarios de Cristo han sido: Mons. Ricardo Blázquez, arzobispo
de Valladolid (ESPAÑA), Mons. Charles J. Chaput, OFMCap., arzobispo de Denver (EE.UU.),
Mons. Ricardo Ezzati Andrello SDB, arzobispo de Concepción (CHILE), Mons. Giuseppe
Versaldi, obispo de Alessandria (ITALIA), y Mons. Ricardo Watty Urquidi, M.Sp.S.,
obispo de Tepic (MÉXICO).
Una de las sesiones se desarrolló ante la presencia
del Santo Padre, al cual los visitadores han presentado una síntesis de sus relaciones,
que ya habían sido enviadas. Durante la visita se han mantenido encuentros personales
con más de mil legionarios y se han estudiado varios centenares de testimonios escritos.
Los visitadores han acudido a casi todas las casas religiosas y muchas de
las obras de apostolado dirigidas por la Congregación. Han escuchado el juicio – tanto
oral como escrito – de muchos obispos diocesanos de los países en los cuales trabaja
la Congregación. Asimismo han mantenido encuentros con numerosos miembros del movimiento
‘Regnum Christi’, aunque éste no fuera objeto de la visita, en particular hombres
y mujeres consagradas. Y han recibido también notable correspondencia de parte de
laicos comprometidos y de familiares que se adhieren al Movimiento.
Los cinco
visitadores han testimoniado la acogida sincera que se les ha brindado y el espíritu
de activa colaboración mostrado por la Congregación y por cada uno de los religiosos.
Aún habiendo actuado independientemente, han llegado a una evaluación ampliamente
convergente y a un juicio compartido.
Han constatado que han encontrado a
un gran número de religiosos ejemplares, honestos, llenos de talento, muchos de ellos
jóvenes, que buscan a Cristo con celo auténtico y que ofrecen toda su existencia por
la difusión del Reino de Dios.
La visita apostólica ha podido comprobar que
la conducta del P. Macial Maciel Degollado ha causado serias consecuencias en la vida
y en la estructura de la Legión, de modo que se requiere un camino de profunda revisión.
Los gravísimos y objetivamente inmorales comportamientos del P. Maciel confirmados
por testimonios incontrovertibles, se configuran, en algunos casos como verdaderos
delitos y manifiestan una vida sin escrúpulos y sin auténtico sentimiento religioso.
Vida que era desconocida por gran parte de los legionarios, sobre todo debido
al sistema de relaciones construido por el P. Maciel, que con habilidad había sabido
crearse coartadas, obtener confianza y silencio de quienes le rodeaban, reforzando
su propio rol de fundador carismático. No pocas veces un lamentable descrédito y alejamiento
de cuantos dudaban de su recto comportamiento, así como la errada convicción de no
querer causar daño al bien que la Legión estaba cumpliendo, habían creado alrededor
de él un mecanismo de defensa que durante mucho tiempo lo había puesto en una situación
inatacable, haciendo que, por consiguiente, fuera muy difícil conocer su verdadera
vida.
El celo sincero de la mayoría de los legionarios, emergido también en
las visita a las casas de la Congregación y a muchas de sus obras, apreciadas por
numerosas personas, han llevado a otros muchos, en el pasado a considerar que las
acusaciones – que iban siendo cada vez más insistentes y se iban multiplicando - no
podían sino ser calumnias. Por lo tanto el descubrimiento y el conocimiento de la
verdad acerca de su fundador ha provocado en los miembros de la Legión sorpresa, desconcierto
y profundo dolor, que los visitadores han evidenciado de forma singular.
Entre
los elementos que resultan claramente de esta visita apostólica se citan tres.
A)
la necesidad de redefinir el carisma de la Congregación de los Legionarios de Cristo,
preservando el núcleo verdadero, el de la ‘militia Christi’, que caracteriza la acción
apostólica y misionera de la Iglesia y que no se identifica con la eficiencia a toda
costa.
B) la necesidad de volver a enfocar el ejercicio de la autoridad, que
debe ser conjunta a la verdad, para respetar la conciencia y desarrollarse a la luz
del Evangelio como auténtico servicio eclesial.
C) la necesidad de preservar
el entusiasmo de la fe de los jóvenes, el celo misionero, el dinamismo apostólico,
por medio de una adecuada formación. En efecto la desilusión acerca del fundador podría
cuestionar la vocación y aquel núcleo de carisma que pertenece a los Legionarios de
Cristo y les es propio.
El Santo Padre tiene la intensión de asegurar a todos
los Legionarios de Cristo y a los miembros del movimiento ‘Regnum Christi’ que no
se les dejará solos: la Iglesia tiene la firme voluntad de acompañarlos y ayudarlos
en el camino de purificación que les espera». Camino que conllevará también un diálogo
sincero con cuantos, dentro y fuera de la Legión, han sido víctimas de los abusos
sexuales y del sistema de poder puesto en acto por el fundador: a ellos va en este
momento el pensamiento y la oración del Santo Padre, junto con su gratitud a cuantos,
aun en medio de grandes dificultades, han tenido la valentía y la constancia de exigir
la verdad....
El Santo Padre, que agradece a los visitadores el delicado trabajo
realizado con competencia, generosidad y profunda sensibilidad pastoral, se reserva
indicar próximamente cómo será este acompañamiento, empezando por el nombramiento
de un propio delegado y de una comisión de estudio sobre las Constituciones. A los
miembros consagrados del Movimiento “Regnum Christi” que lo han pedido con insistencia,
el Santo Padre enviará también un visitador.
Finalmente, el Papa renueva a
todos los Legionarios de Cristo, a sus familias, a los laicos comprometidos en el
movimiento “Regnum Christi”, su estímulo, en este momento difícil para la Congregación
y para cada uno de ellos. Y les exhorta a no perder de vista que su vocación, manada
de la llamada de Cristo y animada por el ideal de dar testimonio al mundo de su amor,
es un auténtico don de Dios, una riqueza para la Iglesia, y el fundamento indestructible
sobre el que construir el futuro personal y el de la Legión.