“Que la Pascua sea para los cristianos, una ocasión propicia para convertirse en testigos
entusiastas y valientes de la fe”, el Papa en la audiencia general
Miércoles, 7 abr (RV).- Benedicto XVI esta mañana se ha trasladado en helicóptero
desde Castelgandolfo, donde está transcurriendo un período de reposo tras las intensas
celebraciones de Semana Santa, para presidir la tradicional Audiencia General en la
plaza de san Pedro, en la que han participado más de 20 mil personas. El Papa ha atravesado
toda la plaza en papamóvil saludando a la multitud que lo aclamaba.
“Que
la Pascua sea para los cristianos, una ocasión propicia para convertirse en testigos
entusiastas y valientes de la fe, traduciendo en palabras, y aún más, en nuestros
gestos, la voz y la mano de Jesús"
El Papa ha invitado a los fieles a traducir
la buena nueva de la Pascua en buenas acciones, capaces de contrastar el sufrimiento,
la violencia y las incomprensiones que hoy afligen al mundo. Asimismo, ha recordado
que la liturgia prevé la extensión de la dicha pascual durante 50 días, hasta Pentecostés:
un anuncio magnífico tras el llanto y la consternación del viernes santo y el silencio
cargado de esperanza del sábado. En este encuentro personal con el Resucitado están
el fundamento inquebrantable y el contenido central de nuestra fe, el manantial fresco
e inagotable de nuestra esperanza, el dinamismo ardiente de nuestra caridad.
Como
es costumbre, el Papa hizo un resumen de su catequesis en español para los fieles
de lengua española presentes en la plaza de San Pedro
Queridos hermanos
y hermanas:
En estos días, la Iglesia celebra el misterio de la resurrección
y siente la alegría del triunfo de Cristo sobre el mal y la muerte, que inunda no
sólo la Octava de Pascua, sino que se prolonga hasta el domingo de Pentecostés. Tras
el llanto del viernes santo, después del silencio del sábado santo, viene un anuncio
espléndido: «Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón» (Lc 24,34).
Ésta es la mejor noticia de toda la historia. En efecto, la Pascua de Cristo es un
hecho absolutamente extraordinario, el fruto más bello y maduro del misterio de Dios.
Es el acontecimiento fundamental de nuestra fe, su contenido central y el motivo principal
por el que creemos.
El Nuevo Testamento no describe concretamente la
resurrección de Jesús. Narra solamente los testimonios de aquellos que lo encontraron
personalmente una vez resucitado. Los ángeles dieron esta noticia, invitando a las
mujeres a que la transmitieran a los discípulos. Este anuncio ha pasado de unos a
otros con fidelidad y valentía, llegando así hasta nosotros. Hoy se necesitan también
testigos de Cristo resucitado y sólo lo podremos ser, si tenemos un encuentro personal
con él.
Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, en
particular a los numerosos grupos de colegios y parroquias venidos de España, así
como a los procedentes de México y otros países latinoamericanos. Con la ayuda de
la Virgen María, anunciad que Cristo ha resucitado. Reitero a todos mi felicitación
pascual, con el ruego de que la hagáis llegar a vuestros familiares y amigos. Muchas
gracias
Hablando
en ruso, el Santo Padre ha manifestado su alegría de enviar, a través de la gentileza
de la Agencia ITAR-TASS, un cordial saludo y los mejores deseos a todos los rusos
tanto a los que viven en la patria como a aquellos que se encuentran en varias partes
del mundo
"La Solemnidad de la Santa Pascua, que este año hemos
tenido la alegría de celebrar juntos entre católicos y ortodoxos, sea ocasión de una
renovada fraternidad y de una cada vez mayor intensa colaboración en la verdad y en
la caridad"
Durante los saludos al final de la Audiencia general, Benedicto
XVI ha dirigido un caluroso saludo en inglés a un grupo de diáconos del Pontificio
colegio irlandés, a penas ordenados.
"Que la gracia de vuestra ordenación
pueda adaptaros plenamente y siempre más al Señor, en humilde obediencia y fiel servicio
en la construcción de la Iglesia en vuestra amada tierra"
Como siempre
el Santo Padre ha finalizado la Audiencia General dirigiéndose a los jóvenes a los
enfermos y a los recién casados. A los diáconos y a los seminaristas de la Archidiócesis
de Catania, así como a los diáconos de la Compañía presentes en la audiencia con sus
superiores y familiares. Junto a ellos saludo a los jóvenes presentes, especialmente
a los adolescentes de Cremona, los numerosos grupos de muchachos que este año harán
su profesión de fe. Proceden de diversos decanatos, parroquias y oratorios de la
archidiócesis de Milán.
"Queridos amigos, sed siempre fieles a vuestro
Bautismo: vivid en plenitud vuestra consagración bautismal y sed testimonios de Cristo
muerto y resucitado por nosotros. Dirijo también un pensamiento afectuoso a los queridos
enfermos: la luz de la Pascua os ilumine y sostenga en vuestro sufrimiento. A vosotros,
queridos recién casados, acoged del misterio pascual la valentía para ser protagonistas
en la Iglesia y en la sociedad, contribuyendo con vuestro amor fiel y fecundo a la
construcción de la civilización del amor".