2010-03-25 16:32:57

Vaticano: comisión reflexiona sobre la promoción de la unidad en la Iglesia de China


Jueves, 25 mar (RV).- En los días del 22 al 24 de este mes de marzo se reunió en el Vaticano, por tercera vez, la comisión que el Papa Benedicto XVI instituyó en 2007 para estudiar las cuestiones de mayor importancia referidas a la vida de la Iglesia católica en China.

Y hoy un Comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede señala que «en profunda cercanía espiritual con todos los hermanos en la fe que viven en China, los participantes han profundizado en el tema de la formación humana, intelectual, espiritual y pastoral de los seminaristas y de las personas consagradas, así como en el de la formación permanente de los sacerdotes, con una atención particular a su espiritualidad. Las dificultades, que se encuentran en el ámbito de la formación, y las nuevas exigencias pastorales, que están enlazadas con la tarea de evangelizar una sociedad tan dinámica, articulada y compleja como es la china, representan desafíos de relieve».

«Los obispos de la Iglesia católica en China, a los cuales se debe reconocer la dignidad plena y la responsabilidad de guiar a las comunidades eclesiales, se han comprometido en primera persona en la obra formativa: en unión con ellos, se seguirá ofreciendo una fraterna colaboración, con la conciencia de que la verdadera formación cristiana consiste, ante todo en ‘conocer a Cristo, conocer el poder de su resurrección y participar de sus sufrimientos’ (Carta a los Filipenses 3, 10)».

A la luz de la Carta del Santo Padre a los católicos chinos, del 27 de mayo de 2007 – prosigue el comunicado – la comisión ha reflexionado sobre la manera de promover la unidad dentro de la Iglesia católica en China y de superar las dificultades que ésta encuentra en sus relaciones con la sociedad civil. Se han constatado con satisfacción los pasos cumplidos en respuesta a la invitación del Papa a una auténtica comunión eclesial, que no se expresa sin un esfuerzo personal de búsqueda de la verdad y de reconciliación espiritual».

Teniendo conciencia de que el camino del perdón y de la reconciliación no podrá cumplirse de un día para otro, el comunicado añade que al mismo tiempo se ha destacado la certeza de que la Iglesia entera acompaña este camino y elevará una insistente oración con este objetivo. En especial el 24 de mayo, día dedicado a la memoria litúrgica de la Bienaventurada Virgen María, auxilio de los cristianos, en ocasión de la Jornada de Oración por la Iglesia en China. También se ha subrayado la necesidad y urgencia de cumplir pasos concretos para aumentar y manifestar los lazos espirituales entre los pastores y fieles.

Al mismo tiempo, los participantes han expresado unánimemente el anhelo de que todos los obispos en China se comprometan cada vez más en favorecer el crecimiento de la unidad de la fe y de la vida de todos los católicos, evitando por lo tanto gestos – como por ejemplo celebraciones sacramentales, ordenaciones episcopales, y participación en reuniones – que contradicen la comunión con el Papa, que los ha nombrado pastores, y crean dificultades, a veces angustiosas, en sus respectivas comunidades eclesiales.

En sintonía con el deseo expresado por el Santo Padre en la mencionada carta, la comisión renueva el anhelo de que en el curso de un diálogo respetuoso y abierto entre la Santa Sede y las autoridades gubernamentales, se puedan superar las actuales dificultades y se llegue, así, a un entendimiento fructífero que será por el bien de la comunidad católica y de la convivencia social. En este espíritu – asegura el comunicado – los participantes se unen a todos los católicos en China en constante oración para que aquellos obispos y sacerdotes, que desde hace mucho tiempo han sido privados de su libertad, puedan lo antes posible ejercer nuevamente su ministerio episcopal y sacerdotal en favor de los fieles encomendados a su cuidado pastoral.

El comunicado termina señalando que «en el encuentro celebrado al finalizar la reunión plenaria, su Santidad ha subrayado la necesidad de asegurar, a cuantos se preparan al sacerdocio y a la vida consagrada, una sólida formación espiritual, centrada en la amistad con Jesús: ella será garantía de éxito en el campo personal y en el trabajo pastoral. El Santo Padre ha reiterado el papel importante de cuantos tienen a su cargo la formación y ha recordado que es una de las tareas prioritarias de los obispos. Finalmente, Benedicto XVI ha agradecido a los participantes por su compromiso en favor de la Iglesia católica en China».







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