2010-03-01 17:09:43

Católicos y musulmanes reflexionan sobre las causas de la violencia confesional


Lunes, 1 mar (RV).- Reflexionar sobre las causas que desatan la violencia confesional y proponer soluciones, teniendo en cuenta el papel positivo que las religiones pueden aportar en esta situación. Éste ha sido el tema de fondo que ha animado la última reunión del Comité conjunto para el diálogo, que ha tenido lugar en El Cairo, a finales de febrero, entre el Comité permanente de Al Azhar para el diálogo entre las religiones monoteístas y el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso. Al final del encuentro el comité ha hecho pública una nota, en la que señala los valores comunes que hay que promover, las discriminaciones religiosas que hay que extirpar en todos los sectores de la convivencia humana y las tensiones alimentadas por los fanatismos religiosos, que hay que vencer con las armas de la solidaridad y del respeto.

En un articulado documento, los miembros de las delegaciones provenientes de la Universidad egipcia de Al-Azhar – uno de los principales centros de enseñanzas del Islam – y del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, encabezada por el cardenal presidente, Jean-Lois Tauran, han convenido sobre algunos puntos tenidos como imprescindibles para derrotar toda forma de violencia de tipo confesional.

En un clima de “respeto y amistad”, la delegación vaticana ha sido recibida por el imán de Al-Azhar, el profesor Muhammad Sayyed Tantawi, durante los dos días de encuentro, desarrollados el 23 y 24 de febrero en El Cairo. El imán ha apreciado las palabras de condena por la muerte de seis cristianos y de un policía musulmán – ocurridas el 7 de enero, en la localidad egipcia de Naha Hamadi, durante la noche de la Navidad ortodoxa – y por las palabras de cercanía dirigidas a las familias de las víctimas.

El trágico acontecimiento, citado en la declaración final del encuentro, ha servido como premisa, en la voluntad de reafirmar “la igualdad de todos los ciudadanos en materia de derechos y deberes, independientemente de su pertenecía religiosa”. Entre los puntos confirmados en el documento, se indica la necesidad de “poner más atención al hecho que la instrumentalización de la religión para fines políticos o de otro tipo puede ser fuente de violencia” y que, por lo tanto, hay que evitar “la discriminación sobre la base de la identidad religiosa”.

El texto pone de relieve los valores del perdón recíproco y de la reconciliación como “condiciones necesarias – se lee – para una convivencia serena y fecunda”, así como define el reconocimiento de la semejanza y el respeto de las diferencias como “requisito previo para una cultura del diálogo, sobre la base de valores comunes”. Es importante, también, la oposición a la discriminación religiosa en todos los campos. Las leyes deberían garantizar la fundamental igualdad.

Al final, se lee, que es menester “oponerse a los ataques contra las religiones en los medios de comunicación social. En particular, en los canales satelitales, a causa del peligroso efecto que tales programas pueden producir en la cohesión social y en la paz entre las comunidades religiosas”. Asegurar, finalmente, que las enseñanzas de los líderes religiosos, así como los libros de texto escolar y de enseñanza, no contengan declaraciones o se refieran a hechos históricos que, directa o indirectamente, puedan llevar a planteamientos violentos entre los seguidores de diversas religiones.








All the contents on this site are copyrighted ©.