2010-01-27 16:25:20

Cultura y Humanismo: “El legado de la supervivencia”


Miércoles, 27 ene (RV).- RealAudioMP3 El 27 de enero de 1945, se produjo la liberación del campo de concentración de Auschwitz (Polonia). Se calcula que cerca de seis millones de judíos murieron en los campos de concentración nazis, al igual que otras cientos de miles de personas debido a su origen étnico, creencias religiosas u orientación sexual.

Para que la humanidad no olvide las atrocidades allí cometidas, Naciones Unidas declaró el 27 de enero, como el Día internacional en memoria de las víctimas del holocausto. La decisión fue tomada mediante una resolución presentada por EE.UU. e Israel y que fue adoptada por consenso por los 191 países miembros de la Asamblea General.

En el texto adoptado se insta a los estados miembros a llevar a cabo programas educativos para que las futuras generaciones conozcan lo que fue el holocausto de los judíos y sus consecuencias. En el programa de hoy les queremos instar a recordar ese 27 de enero de hace 65 años, para que hoy, Día internacional en memoria de las víctimas del holocausto, se evoque a esas personas que perdieron su vida en los campos de concentración.

Precisamente el Papa Benedicto XVI, durante su visita el pasado 17 de enero a la Sinagoga de Roma, donde encontró a la comunidad judía de la capital italiana en ocasión de la XXI Jornada de profundización y desarrollo del diálogo entre católicos y judíos, recordó cómo el holocausto representa, de algún modo, el culmen de un camino de odio que nace cuando el hombre olvida a su Creador y se pone a sí mismo en el centro del universo.

Precisamente a Auschwitz se desplazó en 2006 el Santo Padre Benedicto XVI, en el marco de su viaje apostólico a Polonia, y también lo hizo en 1979 el Siervo de Dios Juan Pablo II, que en esa ocasión dijo: "Vengo aquí hoy como peregrino. Se sabe que he estado aquí muchas veces... ¡Cuántas veces! Y muchas veces he bajado a la celda de la muerte de Maximiliano Kolbe y me he parado ante el muro del exterminio y he pasado entre las escorias de los hornos crematorios de Birkenau. No podía menos de venir aquí como Papa". Precisamente en aquella ocasión, Benedicto XVI se encontraba allí, como arzobispo de Munich-Freising, entre los numerosos obispos que acompañaban al Papa.

El lema del Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto de 2010 es “El legado de la supervivencia”, haciendo hincapié en las lecciones de carácter universal que los supervivientes transmitirán a las generaciones futuras. Porque debido a que quedan pocos supervivientes que puedan contar sus historias, resulta de fundamental importancia que compartan su legado con personas de todo el mundo para fomentar el respeto por la diversidad y los derechos humanos entre las generaciones venideras.

En Auschwitz-Birkenau la humanidad atravesó por "un valle oscuro", señaló Benedicto XVI en su visita al campo de concentración. Por eso, precisamente en este lugar, quiso concluir con una oración de confianza, con un Salmo de Israel que, a la vez, es una plegaria de la cristiandad, y con la que nosotros también les dejamos para que en este Día internacional en memoria de las víctimas del holocausto, recuerden a cuantos allí perdieron la vida:  "El Señor es mi pastor, nada me falta:  en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas; me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan. (...) Habitaré en la casa del Señor por años sin término" (Sal 23, 1-4. 6).








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