Visita del Papa a la Sinagoga: 2200 años de presencia judía en Roma
Sábado, 16 ene (RV).- El Domingo 17 de enero, Segundo del Tiempo Ordinario, Su Santidad
Benedicto XVI cumplirá una importante visita a la Sinagoga, de la comunidad judía
de Roma en el día en que también inicia la reunión anual de la comisión mixta para
el diálogo judío-católico, con la presencia de los representantes del Gran Rabinado
de Israel y de la Iglesia Católica.
El siervo de Dios Juan Pablo
II ha sido el primer Sucesor de Pedro que visitó una Sinagoga, el 13 de abril de 1986.
A casi 24 años de distancia lo hace Benedicto XVI, y si bien es la primera visita
del Papa al Templo Mayor, es decir a la Sinagoga de Roma, se coloca en la tercera
visita que el Pontífice realiza a un templo judío. Recordemos que durante su visita
a Colonia, Alemania en agosto de 2005 el Papa visitó una Sinagoga, y sucesivamente
lo haría durante su viaje a Estados Unidos, en 2008 donde visitó el templo judío de
Nueva York.
En semanas pasadas el Santo Padre había expresado su deseo
de que la visita a la Sinagoga de Roma constituya una etapa más en el irrevocable
camino de concordia y amistad entre judíos y católicos.
La comunidad
judía de Roma es la más antigua en Europa, cuyos asentamientos en Roma se remontan
al año 161 a. C., lo cual nos da un cuadro del arraigo que la comunidad judía de Roma
tiene en la ciudad eterna, con su historia y con sus altos y bajos.
De
cara a tan importante visita, hemos querido acercarnos a estos “hermanos mayores”
como los definiera en su discurso el mismo siervo de Dios Juan Pablo II durante la
visita que realizara a la Sinagoga de Roma en 1986, y hemos invitado ante nuestros
micrófonos al Doctora en Jurisprudencia, y estudiosa, la profesora Gabriella Franzone,
asesora para la Historia Jurídica del Archivo Histórico de la comunidad judía de Roma,
para que nos hable de la historia y la presencia de esta comunidad en Roma.
A
continuación les ofrecemos en segmentos nuestra conversación. Inicialmente la doctora
Gabriella Franzone nos habla de la milenaria presencia, 2,200 años, de los judíos
en Roma.
Siguiendo
el curso de la historia, con el inicio de la contrarreforma en el año 1555 con la
bula Cum nimis absurdum, papa Pablo IV, Juan Pedro Caraffa, instituye el Claustrum
Hebraeorum, conocido como gueto, el lugar donde se forzó a vivir en reclusión a los
judíos de Roma. En 1870, el gueto deja de existir como prisión con la conquista de
Roma por parte de las tropas del rey de Italia, Víctor Emanuel II y sus habitantes
ven reconocidos sus derechos equiparados a los de los demás ciudadanos. Sin embargo,
el gueto de Roma, fue el último de los guetos italianos en ser abolido. Importante
recordar que tal como sucedió en el resto de Europa, la comunidad judía de Italia,
y concretamente aquella de Roma sufrió un revés histórico durante el período nazi-fascista,
con el régimen de Benito Mussolini quien, al adoptar leyes contra los judíos anuló
sus derechos civiles, sucesivamente con la ocupación nazi, entre septiembre de 1943
y 1944 se dio la deportación, con datos escalofriantes: De Roma fueron deportados
a los campos de concentración dos mil judíos de los cuales solamente regresaron 100.
De toda Italia fueron deportados siete mil de los cuales solo regresaron 800:
Las
relaciones entre judíos y católicos, han sufrido una notable variación, con acercamientos
que si bien no esconden diferencias están equilibrados por el deseo de acrecentar
la relación en la fraternidad. Un acercamiento particularmente importante para la
comunidad se dio tras el Concilio Vaticano II, con la encíclica Nostra Aetate, 1965,
sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas, con el pontificado
del papa Pablo VI. Sucesivamente la visita del siervo de Dios Juan Pablo II, 1986,
a la Sinagoga Mayor de Roma, marcó el proceso al que siguió el reconocimiento oficial
del Estado de Israel por parte de la Santa sede en 1993; y ahora la visita de Benedicto
XVI, este domingo:
Gabriella
Franzone es asesora para la historia jurídica del Archivo Histórico de la Comunidad
Judía de Roma. Le pedimos que nos hable de su actividad también como estudiosa:
Sobre
la presencia de Judíos en Italia, algunos datos