Panamá: obispos constatan urgencia de una ética pública ante corrupción e impunidad
Sábado, 16 ene (RV).- Los obispos de la Conferencia Episcopal de Panamá, al termino
de la Asamblea Plenaria, manifestaron su preocupación por la desestabilización que
causaría la polarización entre los sectores sociales y políticos, advirtieron sobre
los altos índices de criminalidad y de pobreza e hicieron un llamado a las autoridades
para que definan una clara política ambiental, dirigida a impedir que se exploten,
vendan o negocien los bienes naturales sin consideración a las poblaciones afectadas,
en especial, las comunidades indígenas y campesinas.
Del 11 al 15 de enero,
el episcopado panameño eligió una nueva junta directiva, y además de abordar algunos
temas eclesiales, como el impulso a la Misión Continental y la celebración del Año
sacerdotal, analizó la realidad del país a la luz de las palabras que el Papa Benedicto
XVI dirigió a la nueva embajadora de Panamá y su mensaje para la Jornada Mundial de
la Paz.
Monseñor José Luis Lacunza, obispo de David y presidente de la Conferencia
Episcopal de Panamá conversó con nuestra colega Alina Tufani Díaz sobre esta asamblea
plenaria y el mensaje final.
En
el texto del comunicado final, los obispos panameños al plantear la realidad nacional
instan al gobierno a cumplir las propuestas sociales, económicas, culturales y políticas
formuladas tras su victoria en las elecciones generales del pasado año, poniendo atención
especialmente en las mayorías marginadas. “No podemos permanecer indiferentes- se
lee en la nota- ante la persistencia de cifras vergonzosas en lo que se refiere al
bajo nivel de vida de muchos panameños y a la necesidad de desarrollar políticas públicas
acertadas y distributivas que lleven educación, salud y trabajo para todos.
Además
del problema del crimen organizado, el episcopado denuncia la violencia generalizada
que se está reflejando en la familia donde las agresiones contra las mujeres y los
niños crecen, pero también constatan que las tensiones vividas en las últimas semanas
a nivel político han generado preocupación por la institucionalidad del país.
“Sin
duda – afirman los obispos- en el trasfondo de todo ello, está presente la pérdida
de valores y la búsqueda desenfrenada de “status social”, que genera una red de favores,
intereses y prebendas que violan las leyes nacionales, afectan el presupuesto del
Estado, y fomentan la impunidad”.
El episcopado panameño hace un llamado urgente
a la reflexión en todos los ámbitos de la sociedad, para que se cumpla la ley, se
respeten las reglas sociales y se promueva una ética pública. Por último, los obispos
llaman a la solidaridad con el pueblo de Haití que sufren las dramáticas consecuencias
del trágico terremoto, invitando a una coleta, en todas las Misas del domingo 31 de
enero.