Viernes, 15 ene (RV).- El padre Federico Lombardi recuerda esta semana en su editorial
“Octava dies”, la conmoción general provocada por la tragedia del pueblo de Haití
golpeado por un devastador terremoto que ha causado un número aún indeterminado de
víctimas, pero que se teme sea altísimo, y la dificultad de organizar las ayudas.
Una nueva tragedia para este pueblo, que se encuentra entre los más pobres de la tierra.
El
director de Radio Vaticano recuerda también la muerte de tantos miembros de la Iglesia
local, comenzando por el arzobispo de la capital, y manifiesta su esperanza, con el
Papa, en que de la gravedad de esta tragedia nazca, como ya ha sucedido en el pasado,
una inmensa carrera de solidaridad y amor. “Amor generoso y genuino –continúa el padre
Lombardi- que es la única gran respuesta a este océano de dolor, como el amor de Cristo
que muere en la Cruz es la única respuesta al sufrimiento del hombre”.
Un sacerdote nos ha
dicho: “los haitianos estamos acostumbrados a las catástrofes; cuando no son las naturales,
son las políticas o de otro género, que desde siempre han hecho tambalearse el país;
pero el pueblo siempre vuelve a tener esperanza, y ésta es una esperanza cristiana.
Para los haitianos el amor es más fuerte”.