En su encuentro con los funcionarios de seguridad del Vaticano, el Papa invita a los
cristianos a ser testigos de fe en cualquier situación
Viernes, 8 ene (RV).- Como es tradicional por estas fechas, después de las solemnes
festividades navideñas y al inicio de un nuevo año, Benedicto XVI ha recibido, al
final de esta mañana en el Palacio Apostólico a los funcionarios y agentes de la Comisaría
general de seguridad pública junto al Vaticano. “Al concluir las fiestas
navideñas, durante las cuales hemos contemplado con el estupor de la fe el misterio
del nacimiento de Jesús –les ha dicho el Papa- nos reunimos para esta cita, que ya
se ha vuelto familiar ¡Bienvenidos a la casa de Pedro!”.
Expresando su profunda
gratitud, el Santo Padre les ha deseado que el Señor recompense destacando el valioso
servicio que desarrollan y los sacrificios, a menudo desconocidos, en favor de tantos
creyentes y visitantes y en tutela de la misión del Papa y de la Iglesia.
“El empeño desarrollado
cotidianamente para tutelar el orden público en la plaza de San Pedro y en los alrededores
del Vaticano es particularmente importante para el desarrollo de la misión del Romano
Pontífice. En efecto, consiente el clima de tranquila serenidad que permite, a cuantos
vienen a visitar el centro de la Cristiandad, la posibilidad de una auténtica experiencia
religiosa, en contacto con testimonios fundamentales de la fe cristiana. Como la tumba
del apóstol Pedro, las reliquias de tantos Santos y las tumbas de numerosos Pontífices,
amados y venerados por el pueblo cristiano ¡Gracias por este precioso servicio al
Papa y a la Iglesia!”.
Refiriéndose al empeño y gran responsabilidad en el
cumplimiento del propio deber, Benedicto XVI ha subrayado que “a los ojos de la fe,
debe constituir un modo particular para servir al Señor, casi ‘allanado el camino’,
para que la experiencia vivida en el centro de la Cristiandad represente para cada
peregrino o visitante una ocasión particular para el encuentro con el Señor, que cambia
la vida”
“En muchas ocasiones
–ha concluido el Pontífice- he podido notar la premura y la sensibilidad que inspiran
vuestro servicio, así como la fidelidad y la entrega, unidas a los notables sacrificios
que el mismo conlleva. Estoy seguro de que son fruto también de vuestra fe y de vuestro
amor a la Iglesia”.
Con el anhelo de que el importante trabajo, que desarrollan
los funcionarios y agentes de la Comisaría general de seguridad pública junto al Vaticano,
los fortalezca en la fe, “testimoniándola sin temor en todo lugar donde se encuentren,
así como en sus respectivos hogares y familias”, Benedicto XVI los ha encomendado
al materno amparo de María Santísima, Madre de Jesús y Reina de toda familia. Y deseando
que Ella acoja sus intenciones y las presente a su Hijo, el Papa ha expresado sus
mejores deseos de serena prosperidad para el nuevo año, impartiendo de corazón su
Bendición Apostólica.