Juan Pablo II, más cerca de ser elevado al honor de los altares
Lunes, 21 dic (RV).- El pasado sábado, Benedicto XVI recibió en audiencia privada
al prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, al arzobispo Angelo
Amato, y autorizó a este dicasterio la a promulgación de 21 decretos, entre ellos
el referido a las virtudes heroicas del Siervo de Dios Juan Pablo II, hoy ya venerable.
Con la firma del decreto sobre las virtudes heroicas, Juan Pablo II esta más
cerca de ser elevado al honor de los altares. Para comprender cuantas fases deben
recorrer la Causa, nuestra compañera del programa polaco Beata Zajakowska, ha entrevistado
a Mons. Slawomir Oder, postulador de la Causa de beatificación y canonización de Karol
Wojtyla.
Con la firma del decreto que reconoce la heroicidad de las virtudes,
se completa el procedimiento canónico comenzado tras la autorización del Papa Benedicto
XVI que dispensó de los cinco años que hay que esperar para la apertura del proceso.
No ha terminado, este procedimiento: tenemos todavía por delante todo el camino concerniente
al procedimiento para el reconocimiento del presunto milagro atribuido a la intercesión
de Juan Pablo II; y el estudio en mérito a este procedimiento no ha sido posible hasta
este momento en el que la Iglesia ha cerrado la etapa de las virtudes heroicas.
El
milagro tiene que ver con una religiosa francesa...
El caso, bien conocido
ya, respecta a la atribución de la intercesión de Juan Pablo II de la curación del
Morbo de Parkinson de una religiosa francesa.
¿Qué tiempo está previsto
para la canonización de Juan Pablo II?
Absolutamente me tengo que abstener
de cualquier tipo de previsión. El procedimiento canónico tiene su dinámica, tiene
su vida. Con seguridad, como en el proceso sobre las virtudes, observando todas las
normas previstas por el Código de derecho canónico y por el Reglamento de la Congregación
para las Causas de los Santos, se ha buscado de no perder tiempo. Estoy convencido
que también en este caso, permaneceremos fieles a las normas de la Iglesia en lo que
respecta a estos casos, con seguridad que no se perderá tiempo.
Gracias
a su trabajo, ¿qué tipo de santo ha descubierto en el rostro de Juan Pablo II?
Con
seguridad, el mundo en el que ha vivido su sacerdocio. Pienso que no es casual la
Providencia de Dios, con este Año Sacerdotal, que nos ofrece un espléndido ejemplo
de un sacerdote completo, realizado, feliz según el corazón de Cristo. Juan Pablo
II, en todos los momentos de su vida sacerdotal, episcopal, de Papa, ha hecho siempre
referencia a su identidad de poder actuar “in persona Christi”; un sacerdote santo.
Pero después, con seguridad un místico, entendiendo la mística no como un conjunto
de eventos extraordinarios – aunque si estos no han faltado en la vida de Juan Pablo
II – pero con el conocimiento que la vida aquí, ahora, es una vida que es un diálogo
con Dios, una vida vivida en presencia de Dios. Por esto yo pienso que el mensaje
que nosotros podemos acoger es el de un sacerdote santo, un místico pero también un
hombre completo que ha vivido la alegría de la vida encontrando la alegría en su encuentro
con Cristo.