Ángelus: en el camino hacia la Navidad, el Papa recuerda que la conversión y el corazón
justo, son la preparación hacia la venida de Jesús al mundo
Domingo, 6 dic (RV).- En este segundo domingo de Adviento el Santo Padre Benedicto
XVI ha analizado el pasaje que la liturgia propone hoy, en el que san Lucas presenta
la escena con la que Jesús inicia su misión pública. En este sentido, el Pontífice
ha evidenciado las numerosas referencias a los personajes del mundo político y religioso
de Palestina, elemento que sirve para advertir que el Evangelio no es una leyenda,
sino una historia real, que Jesús de Nazaret es un personaje histórico que vivió en
ese contexto.
En segundo lugar, el Papa ha señalado a los cientos de fieles
congregados en la plaza de san Pedro del Vaticano, que el Evangelio de hoy nos señala
que Jesús de Nazaret se vuelve “palabra de Dios”, presentada como una fuerza que baja
de lo alto y se apoya sobre Juan Bautista.
Para explicar el significado de
esta liturgia, Benedicto XVI ha tomado las palabras de san Ambrosio, obispo de Milán
del que mañana se recuerda su memoria litúrgica: “la Iglesia no inicia desde los hombres,
sino desde la Palabra”. “La Palabra
de Dios es el sujeto que mueve la historia, inspira a los profetas, prepara el camino
del Mesías, convoca a la Iglesia. Jesús mismo es la Palabra divina que se hizo carne
en el seno virginal de María: en Él, Dios se ha revelado plenamente, nos ha dicho
y dado todo, abriéndonos el tesoro de su verdad y de su misericordia”.
Benedicto
XVI ha evidenciado que “la flor más bella nacida de la palabra de Dios, es la Virgen
María”. Ella es la primicia de la Iglesia, el jardín de Dios en la tierra. Pero mientras
María es Inmaculada –como la recordaremos pasado mañana-, la Iglesia tiene una necesidad
continua de purificarse, porque el pecado insidia a todos sus miembros.
“En la Iglesia
está siempre en acto una lucha entre el desierto y el jardín, entre el pecado que
seca la tierra y la gracia que la riega para que produzca frutos abundantes de santidad.
Oremos a la Madre del Señor, para que nos ayude en este tiempo de Adviento, a ‘enderezar’
nuestro camino, dejándonos guiar por la palabra de Dios”.Y tras el rezo mariano del
Ángelus y el responso por los fieles difuntos, el Santo Padre ha recordado que mañana
da inicio en Copenhague la Conferencia de la ONU sobre el cambio climático, con la
que la comunidad internacional quiere contrastar el fenómeno del calentamiento global.
Precisamente en esta conferencia participará una delegación de la Santa Sede,
de ahí que Benedicto XVI haya expresado su deseo de que los trabajos “ayuden a individuar
acciones respetuosas con la creación y promotoras de un desarrollo solidario, fundado
en la dignidad de la persona humana y orientado al bien común”.
“La salvaguardia
de lo creado postula la adopción de estilos de vida sobrios y responsables, sobre
todo hacia los pobres y las generaciones futuras. Bajo esta perspectiva, para garantizar
el pleno éxito de la conferencia, invito a todas las personas de buena voluntad a
respetar las leyes establecidas por Dios en la naturaleza y a redescubrir la dimensión
moral de la vida humana”.Y como es tradicional el Papa ha finalizado saludando a todos
los presentes en varios idiomas deteniéndose en particular a agradecer la presencia
de la asociación italiana de familias numerosas. En este sentido el Pontífice ha solicitado
que se desarrollen en todo el mundo, “políticas de apoyo a las familias, especialmente
a aquellas con más hijos”.
Les dejamos a continuación con el saludo de Benedicto
XVI a los peregrinos de lengua española en este segundo domingo de Adviento: “Doy una cordial bienvenida
a los fieles de lengua española que participan en esta oración del Ángelus.
En el camino hacia la Navidad, la liturgia de hoy indica la conversión, la firme esperanza
en la misericordia divina y el corazón justo como el modo de prepararnos a la venida
de Jesús al mundo. Aprendamos de María a disponernos interiormente para acoger con
gozo y grandeza de espíritu la Navidad. Feliz domingo”.