Las presidentas de Argentina y Chile rezan ante la tumba de Juan Pablo II
Sábado, 28 nov (RV).- Una vez finalizado el encuentro con el Santo Padre, las presidentas
argentina y chilena, con su séquito, han sido acogidas por el cardenal Angelo Comastri,
vicario general de Su Santidad para la Ciudad del Vaticano y arcipreste de la Basílica
de San Pedro, quien las ha acompañado a las grutas vaticanas para un momento de oración,
durante el cual han depositado dos coronas de flores sobre la tumba del siervo de
Dios Juan Pablo II. El cardenal Comastri, en nombre de todos, ha expresado su sentida
gratitud al verdadero artífice de la paz, que fue el papa Woitila.
“Un pastor
que sintió como propia la necesidad de paz de dos pueblos, y que, con un amor apasionado
por Dios y por los hombres, tomó como norma de actuación aquella frase evangélica:
«bienaventurados los que construyen la paz, porque ellos serán llamados los hijos
de Dios» (Mt 5, 19)”.
Posteriormente las mandatarias de Argentina y Chile han
realizado una visita por los jardines vaticanos y se han dirigido a la Casina Pío
IV donde, en la Sala de las Conferencias, se ha procedido a un intercambio de discursos
con el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado Vaticano, y se ha descubierto
una placa conmemorativa en este edificio, escenario, hace 25 años, de las negociaciones
de paz entre ambos países. El encuentro concluyó allí mismo con el almuerzo.
En
su discurso el cardenal Secretario de Estado, ha recordado aquel momento histórico,
el 18 de octubre de 1984, cuando en presencia del cardenal Agostino Casaroli, se les
entregó a los representantes de las delegaciones de las Repúblicas de Argentina y
Chile el texto oficial del Tratado de Paz y Amistad para la solución del diferendo
austral, que fue firmado el 29 de noviembre de aquel mismo año, bajo el amparo moral
de la Santa Sede, y que ponía fin a la controversia territorial.
En el día
de hoy, transcurridos 25 años desde aquel histórico Tratado, ha dicho textualmente
el purpurado italiano, queremos rendir homenaje a todas aquellas personas que, con
generosa dedicación y firme voluntad de paz, lograron llevarlo felizmente a término,
a pesar de las aparentemente insuperables dificultades que se presentaban en su camino.
En particular, recordamos al querido papa Juan Pablo II que, confiando en la gran
experiencia diplomática y en la prudencia del cardenal Antonio Samoré, emprendió el
proceso de mediación, como respuesta al pedido de los episcopados argentino y chileno,
los cuales se hicieron así intérpretes de la angustia e inquietud tanto de los fieles
de sus respectivas Iglesias locales como de la población en general de ambos países.
“Chile y Argentina, aunque separadas físicamente por los Andes -ha afirmado
el cardenal Bertone- son dos naciones hermanas que están estrechamente unidas por
un idéntico patrimonio religioso, cultural y lingüístico. Esta insondable riqueza
espiritual, junto al inquebrantable anhelo de paz, integración y concordia de sus
gentes, es la base de este histórico Tratado de Paz y Amistad”.
“Un tesoro
común de fe y valores morales -ha finalizado diciendo el purpurado- que constituye
una fuente continua de inspiración para no dejarse vencer por los obstáculos, ni permitir
que las discordias, la rivalidad o la cerrazón, tengan la última palabra, sino la
perseverancia incansable en la búsqueda de la convivencia, el respeto y el entendimiento
recíproco".
En un comunicado de la oficina de prensa de la Santa Sede, además
de informar de la audiencias concedidas por el Santo Padre a las dos presidentas de
Argentina y Chile, se puede leer que las dos ilustres huéspedes han tenido un encuentro
con el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, acompañado por Mons. Dominique
Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados. En el curso de los coloquiales
coloquios se ha recordado con gratitud la meritoria labor de mediación realizada por
el siervo de Dios el Papa Juan Pablo II y del llorado Antonio Samoré, los cuales ayudaron
a los dos países, por medio de la vía del diálogo a disipar una antigua controversia
territorial.
En particular, se han detenido sobre el hecho que, en el curso
de este cuarto de siglo, el entendimiento ha dado frutos concretos de bien y de prosperidad
a los dos pueblos hermanos y continúa a ser ejemplo y modelo para los países de América
Latina y para toda la comunidad internacional. También se han intercambiado puntos
de vista sobre la actual situación internacional.