Audiencia general: el Papa recuerda la utilidad y la necesidad de una sana discusión
teológica en la Iglesia, cuya meta sea la búsqueda de la verdad
Miércoles, 4 nov (RV).- El Papa en la Audiencia General afirma que son “útiles y necesarias
las sanas discusiones teológicas dentro de la Iglesia” pero explica que tenemos el
deber de “hacer triunfar siempre la verdad en la caridad”. En su catequesis Benedicto
XVI se detuvo hoy en el debate que en el siglo XII protagonizaron San Bernardo de
Claraval, representante de la teología monástica, y Abelardo, exponente de la teología
escolástica.
Como hiciera ya la semana pasada, el Santo Padre ha vuelto a dedicar
la catequesis de la Audiencia General de hoy al gran debate surgido en la Edad Media
entre la teología monástica y la teología escolástica, representadas simbólicamente
en la sana controversia entre san Bernardo y Abelardo. “En efecto, la teología es
la búsqueda de una comprensión racional de los misterios de la Revelación crecidos
en la fe” -ha señalado el Papa.
Benedicto XVI ha tomado la definición tradicional
de teología, “la fe que busca la comprensión”, para explicar que mientras san Bernardo
ponía el acento en la primera parte de la definición “la fe”, Abelardo, en cambio,
subrayaba la importancia de la segunda: “la compresión por medio de la razón”. El
Papa ha señalado que para Bernardo la teología tiene un único objetivo: “promover
la experiencia viva e íntima de Dios”; objetivo desde el cual replicó el método demasiado
intelectual de Abelardo, que a su parecer reducía la fe a una simple opinión separada
de la verdad revelada.
Finalmente, esta confrontación teológica concluyó con
la plena reconciliación de las dos teologías, gracias a la mediación de un amigo común,
Pedro el Venerable. Este debate, ha dicho el Pontífice “muestra la utilidad y la necesidad
de una sana discusión teológica dentro de la Iglesia, sobre todo cuando las cuestiones
no han sido debatidas por el Magisterio, que continúa siendo un punto de referencia
inevitable”.
La controversia concluyó, pues, de manera positiva, porque en
ambas partes prevaleció lo que debe predominar verdaderamente en el corazón cuando
nace una discusión teológica, es decir, salvaguardar la fe de la Iglesia y hacer triunfar
la verdad en la caridad -ha dicho el Papa. “Que ésta sea también hoy -ha dicho- la
actitud con la que se discute dentro de la Iglesia, teniendo siempre como meta la
búsqueda de la verdad”.
Este ha sido el resumen que de su catequesis ha
hecho el Santo Padre en español para los peregrinos de nuestra lengua, presentes en
la plaza de san Pedro, que han participado en la audiencia:
Queridos
hermanos y hermanas: Hoy me detengo en el debate que mantuvieron
en el siglo doce San Bernardo, representante de la teología monástica, y Abelardo,
exponente de la teología escolástica. Para entender esta cuestión, hay que recordar
que la teología es la fe que busca comprender. Mientras que para San Bernardo el acento
recae sobre la primera parte de la definición, es decir, sobre la fe, Abelardo insiste
en la segunda parte, esto es, en la comprensión por medio de la razón. Para el primero,
la teología tiene como fin promover la experiencia personal de Dios. En este sentido,
es una ayuda para amar cada vez más y mejor al Señor. En cambio, Abelardo, a quien
por otra parte se debe la introducción del vocablo “teología” en el sentido que hoy
lo entendemos, se coloca en una perspectiva diversa, de corte más intelectualista
y con un uso a veces excesivo de la filosofía. ¿Qué nos enseña a nosotros esta disputa?
Especialmente, la utilidad de una sana discusión teológica dentro de la Iglesia, sobre
todo cuando las cuestiones debatidas no están definidas por el Magisterio, que es
punto de referencia ineludible. Al final, la confrontación entre Bernardo y Abelardo
acabó en una reconciliación entre ambos, gracias también a Pedro el Venerable, amigo
de los dos. Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular,
a los miembros de la Hermandad de Labradores “Paso Azul”, de Lorca, a los fieles de
distintas diócesis de Guatemala, a la delegación de la Escuela de Investigaciones
Policiales de Chile, así como a los demás grupos procedentes de España, México y otros
países latinoamericanos. Que en vuestra vida salvaguardéis siempre la fe de la Iglesia
y hagáis triunfar la verdad en la caridad. Muchas gracias. Saludando a los
peregrinos de lengua polaca Benedicto XVI les ha manifestado que hoy día de San Carlos
Borromeo recordamos a su predecesor, el Siervo de Dios Juan Pablo II. Que el ejemplo
de su vida y sus enseñanzas nos confirmen en la fe y nos inspiren en el camino de
la Santidad.
En italiano el Papa ha dado la bienvenida a las religiosas de
varias Congregaciones que participan en el curso promovido por la USMI y ha expresado
su deseo de que este encuentro suscite en todas un renovado compromiso para testimoniar
el amor de Dios. También el Santo Padre ha saludado a las Hermanas de Santa Dorotea;
de santa Paola Frassinetti que celebran el Capítulo General y les ha asegurado sus
oraciones para que el capítulo sea para el Instituto momento de reflexión y de empuje
en la acción espiritual y misionera. También el Pontífice ha saludado al cardenal
Salvatore De Giorgi, que acompañaba a un grupo de padres y amigos del movimiento “Muchachos
del cielo”.
Antes de finalizar, como siempre, el Santo Padre se ha dirigido
a los jóvenes a los enfermos y a los recién casados. “Hoy celebramos la memoria litúrgica
de San Carlos Borromeo, arzobispo insigne de la Diócesis de Milán que, animado por
el ardiente amor por Cristo, fue un infatigable maestro y guía de los hermanos. Que
su ejemplo os ayude a vosotros, queridos jóvenes, a dejaros conducir por Cristo en
vuestras opciones cotidianas; os animo a vosotros, queridos enfermos a ofrecer vuestros
sufrimientos por los pastores de la Iglesia y por la salvación de las almas; y que
os sostenga a vosotros, queridos recién casados, a fundar vuestra familia en los valores
evangélicos.