COMIDA FRATERNA CON LOS PARTICIPANTES AL SÍNODO. DISCURSO DEL SANTO PADRE
Hoy, sábado 24 de octubre de 2009, Su Santidad Benedicto XVI invitó a una comida
fraterna a las 13.00 horas, en el Atrio del Aula Pablo VI en Vaticano, a los Padres
sinodales y otros participantes en la II Asamblea especial para África del Sínodo
de los Obispos, como signo de alegría común en la conclusión de las intensas jornadas
de trabajo sinodal.
Como conclusión del Almuerzo fraterno, el Santo Padre ha
comunicado que ha nombrado Presidente del Consejo Pontificio de Justicia y Paz al
S.Em. Card. Peter Kodwo Appiah TURKSON, Arzobispo de Cape Coast (GHANA), Relator
General de la II Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos.
PALABRAS
DEL SANTO PADRE:
Queridos hermanos
y hermanas: Ahora es el momento de decir gracias. Gracias ante todo al Señor que
nos ha convocado, nos ha reunido, nos ha ayudado a escuchar su Palabra, la voz del
Espíritu Santo, y así nos ha dado también la posibilidad de encontrar el camino de
la unidad en la multiplicidad de las experiencias, la unidad de la fe y la comunión
en el Señor. Por eso la expresión "Iglesia-Familia de Dios" no es sólo un concepto,
una idea, sino que es una experiencia vivida durante estas semanas: realmente hemos
estado reunidos, aquí, como Familia de Dios. También hemos hecho, con la ayuda del
Señor, un buen trabajo. El tema, de por sí, no era un reto fácil; contenía dos
peligros, diría. El tema "Reconciliación, justicia y paz" contiene sin duda una importante
dimensión política, aunque es evidente que la reconciliación, la justicia y la paz
non son posibles sin una profunda purificación del corazón, sin una renovación del
pensamiento, una metanoia, sin una novedad que debe salir precisamente del encuentro
con Dios. Pero aunque esta dimensión espiritual es profunda y fundamental, también
la dimensión política es muy real, porque sin realizaciones políticas, estas novedades
del Espíritu no se suelen producir. Por eso la tentación podía ser la de politizar
el tema, de hablar menos como pastores y más como políticos, con una competencia,
por tanto, que no es la nuestra. El otro peligro ha sido - precisamente para evitar
esta tentación - el de retirase en un mundo puramente espiritual, en un mundo abstracto
y bello, pero no realista. El discurso de un pastor, en cambio, tiene que ser realista,
tiene que tocar la realidad, pero en la perspectiva de Dios y de su Palabra. Así pues,
el término medio supone, por un lado, estar realmente unidos a la realidad, procurando
hablar de lo que hay, y, por otro, no caer en soluciones técnicamente políticas; lo
que significa decir una palabra concreta, pero espiritual. Este era el gran problema
del Sínodo y me parece que, gracias a Dios, hemos conseguido resolverlo, lo cual para
mi es también motivo de gratitud porque facilita mucho la elaboración del documento
postsinodal. Ahora querría volver a los agradecimientos. Doy las gracias sobre
todo a los presidentes delegados, que han moderado, con gran "autoridad" y también
con alegría, las sesiones del Sínodo. Doy las gracias a los relatores: también ahora
hemos visto, y tocado - por decirlo de alguna forma - con la mano, que ellos han llevado
el mayor peso del trabajo, han trabajado por la noche y también el domingo, han trabajado
durante la comida y ahora se merecen realmente un gran aplauso por nuestra parte. Puedo
comunicar aquí que he decidido nombrar al cardenal Turkson nuevo Presidente del Pontificio
Consejo de Justicia y Paz, sucesor del cardinal Martino. Gracias, Eminencia, por haber
aceptado; nos alegra mucho tenerle dentro de poco entre nosotros. Gracias también
a todos los Padres, a los Delegados Fraternos, a los Oyentes, a los Expertos y gracias
sobre todo a los traductores porque tienen un papel en la trama de "crear Pentecostés".
Pentecostés significa entenderse recíprocamente; sin traductores faltaría este puente
de comprensión. ¡Gracias! Y gracias sobre todo también al Secretario general, a su
equipo, que nos ha guiado y ha organizado silenciosamente muy bien todo. El Sínodo
se acaba y no se acaba, no sólo porque el trabajo sigue adelante con la Exhortación
Postsinodal: Synodos significa camino común. Permanezcamos en el común camino con
el Señor, precedamos al Señor para prepararle el camino, para ayudarle y abrirle las
puertas del mundo para que pueda crear su Reino entre nosotros. Con este fin os doy
a todos vosotros mi Bendición. Recemos ahora la oración de acción de gracias por el
almuerzo.