Los objetivos del Sínodo interesan a toda la sociedad y a todo el Continente
Lunes, 19 oct (RV).- En concomitancia con la II Asamblea Especial para África del
Sínodo de los obispos, el ayuntamiento de Roma ha promovido esta mañana un encuentro,
organizado en colaboración con la Secretaría del Sínodo, Radio Vaticano, y la Comunidad
de San Egidio. Inauguró el congreso el alcalde de la ciudad, Gianni Alemanno, y el
secretario general del Sínodo, el arzobispo Nikola Eterović, junto al padre Federico
Lombardi, director general de Radio Vaticano y el profesor Andrea Riccardi, fundador
de la Comunidad de san Egidio.
También tomó la palabra Marco Brusati, director
general de Hope, una iniciativa de formación del Servicio nacional de la Conferencia
Episcopal Italiana para la pastoral juvenil y Filomeno Lopes, periodista de nuestra
emisora. Intervinieron también algunos padres sinodales, entre los cuales los cardenales
Polycarp Pengo de Tanzania y Napier Wilfrid Fox de Sudáfrica. Así como los arzobispos
Laurent Monsengwo Pasinya de la República Democrática del Congo y John Olorunfemi
Onaiyekan de Nigeria, junto al obispo José Câmnate na Bissign de Guinea Bissau.
En
su intervención titulada “¿Qué tipo de cooperación asociativa para la reconciliación,
la justicia y la paz?”, el padre Federico Lombardi, director de nuestra emisora recordó
que este Sínodo está en el corazón de las preocupaciones por África. Y puso de manifiesto
que Roma es el espejo del mundo, entre otras cosas, porque es el centro espiritual
de la Iglesia católica, con una vocación abierta al encuentro con los pueblos, a la
vez que subrayó la presencia de tantos africanos en la Ciudad Eterna.
Muchos
de ellos –afirmó el también director de la Oficina de prensa de la Santa Sede– se
encuentran en Roma, entre otros motivos, por cuestiones laborales. Por esta razón
añadió que la existencia de Instituciones de la Iglesia católica en la ciudad es un
motivo importante para “favorecer la intensidad y la calidad de esta presencia”. Mientras
teniendo en cuenta que muchos africanos desempeñan papeles significativos en la vida
de esta ciudad, el padre Lombardi dijo que “Roma es, naturalmente, un lugar en el
que los africanos, enraizados en un ambiente más amplio –europeo, pero de vocación
universal– pueden y deben preocuparse por contribuir en el camino hacia el futuro
de sus propios países”. Destacando, al mismo tiempo que muchos de ellos han venido
“para crecer humana y espiritualmente, y poder servir mejor a la sociedad y a la Iglesia
de la que proceden”.
También aludió a la reciente encíclica de Benedicto XVI,
Caritas in veritate, en la que se insiste sobre el hecho de que el desarrollo de los
pueblos debe interesar a todos, por lo que hay que dedicarse con pasión solidaria.
Mientras el hecho de que el ayuntamiento de Roma haya acogido con celeridad la propuesta
de ser promotor de esta reflexión representa un elemento de confianza y de esperanza.
Porque como dijo nuestro director “si el Sínodo es un hecho específicamente eclesial,
sabemos que sus horizontes y sus objetivos van mucho más allá de los límites visibles
de la Iglesia. Interesan a toda la sociedad y a todo el Continente”.