Relacione presentada por Mons. Martin Igwemezie UZOUKWU, Obispo de Minna (NIGERIA)
S. E. R. Mons. Martin Igwemezie UZOUKWU, Obispo de Minna (NIGERIA)
La discusión
se ha organizado sobre una serie de preguntas y respuestas. Y éstos son los puntos
más interesantes que han brotado del diálogo. La formación del cristiano debería iniciar
en la iglesia doméstica, que es la familia, con una atención especial a la traducción
de los documentos a las lenguas locales y la difusión de grabaciones y diapositivas.
Debemos mostrar una actitud positiva hacia las tradiciones africanas, verlas como
una oportunidad y examinarlas atentamente para purificarlas y utilizarlas en el proceso
de reconciliación. La diversidad se ha de ver también como un don; ha sido creada
por Dios y es una riqueza. Pero los políticos utilizan, con frecuencia, nuestra nuestras
diversidades para introducir divisiones entre las etnias y crear tensiones y conflictos;
por esto la reconciliación ha de ser despolitizada, liberada del chantaje de oscuras
motivaciones políticas. No queremos demonizar a los políticos en cuanto tales, sino
recordar que tienen necesidad, como todos, de formación y de corrección fraterna por
parte de quien se encuentra más adelante en el camino de la fe. El criterio que se
ha deseguir es el que nos ha sugerido el mismo Cristo: condenar el pecado, pero amar
y acompañar al pecador. Se ha de dedicar una atención especial a la formación del
clero, que, con su trabajo, edifica cotidianamente el Reino de Dios. También el sacerdote
corre el riesgo de olvidar la grandeza de su vocación y está amenazado por la mentalidad
del mundo que difunde los valores negativos del materialismo; el sacerdote debe imitar
a Cristo en el servir, no en el ser servido. Se debería enseñar a los seminaristas
a utilizar los nuevos medios, para que su formación sea más completa y para que sean
capaces de evangelizar sirviéndose también de internet y de los demás medios que ofrece
el progreso técnico. Se ha de dedicar una atención especial al cine: en el caso de
Nigeria, las películas hablan, con demasiada frecuencia, de magia y brujería, mientras
deseamos una mayor presencia de artistas católicos en este campo. Muchas intervenciones
han pedido una mayor tutela de las mujeres; recordamos, a este respecto, la presencia
de los Wucwo (unión de las organizaciones de mujeres católicas) que, con sus 60 millones
de miembros, constituye una presencia influyente y activa. Todos los miembros de nuestro
Círculo Menor están de acuerdo en reconocer el valor eclesial de esta ocasión: la
Iglesia es el cuerpo de Cristo, discutir y trabajar juntos es una experiencia preciosa,
que nos hace experimentar concretamente esta verdad de fe.