Mensaje de Benedicto XVI para la Jornada Mundial de la Alimentación: la alimentación
es un derecho fundamental de las personas y los pueblos
Viernes, 16 oct (RV).- El Santo Padre Benedicto XVI ha enviado hoy un mensaje al director
general de la FAO, Jacques Diouf, en ocasión de la Jornada Mundial de la Alimentación
que hoy se celebra en todo el mundo. En su mensaje el Santo Padre recuerda que para
afrontar el flagelo del hambre en el mundo, es necesario que las soluciones técnicas
estén acompañadas de una referencia a la persona, porque “la comida, es más que una
necesidad elemental, es un derecho fundamental de las personas y los pueblos”
Poniendo
en evidencia que la actual crisis económica mundial afecta particularmente al mundo
agrícola, el Papa ha solicitado a los gobiernos que tomen decisiones eficaces que
garanticen a las personas y a los pueblos, la posibilidad de afrontar el hambre, dándoles
acceso concreto a una alimentación adecuada.
La Jornada Mundial de la Alimentación
se celebra hoy siguiendo el tema: “Alcanzar la seguridad alimentaria en tiempos de
crisis”. Este argumento, ha dicho el Pontífice en su mensaje, invita a considerar
el trabajo agrícola “como elemento fundamental de la seguridad alimentaria y por este
motivo, como un componente integral de la actividad económica”. Por este motivo Benedicto
XVI invita a que la agricultura disponga de un nivel suficiente de inversión y de
recursos.
El Santo Padre pone en evidencia en su mensaje el hecho de que los
recursos de la creación son limitados y por este motivo son necesarias actuaciones
capaces de favorecer la seguridad alimentaria, pensando también en las generaciones
futuras. Para lograr estos objetivos, el Pontífice ha solicitado un cambio de los
estilos de vida y de los modos de pensar, pidiendo a la Comunidad internacional, intervenciones
que favorezcan la cooperación para proteger los métodos de cultivo.
“Espero
asimismo –concluye Benedicto XVI- que esta cooperación salvaguarde los valores propios
del mundo rural y los derechos fundamentos de los trabajadores de la tierra, porque
dejando a un lado los privilegios, ganancias y comodidades, estos objetivos podrán
ser alcanzados favoreciendo a hombres, mujeres, niños, familias y comunidades, que
viven en las áreas más pobres del planeta, y que son más vulnerables”.