Intervención de la Sig.ra Marguerite A. PEETERS (BÉLGICA), escritora, Oyente
Sig.ra Marguerite A. PEETERS (BÉLGICA), escritora
El período que separa la
Primera Asamblea Sinodal de la Segunda se corresponde históricamente con una fase
de aceleración sin precedentes de la globalización cultural y ética. La aplicación
efectiva en el continente africano de las Conferencias de la ONU celebradas en el
Cairo sobre la población (1994) y en Pekín sobre las mujeres (1995) representa un
aspecto político crítico de esta globalización. Aquellas han transformado en normas
llamadas globales los valores, el lenguaje, los estilos de vida de una civilización
occidental en plena decadencia. El gobierno mundial impone de hecho a los estados
africanos y a los agentes de desarrollo nuevas condiciones de ayuda financiera y técnica,
como, por ejemplo, la aplicación prioritaria de la teoría del género y de la salud
reproductora y la adaptación de una nueva ética posmoderna y laicista que se expresa
a través de un nuevo lenguaje. Pretenden, incluso, ganar a la Iglesia para la causa
de esta ética. La Iglesia desconoce mucho lo que esta ética está poniendo en juego.
La ignorancia expone a los cristianos a los peligros de la mezcla entre los paradigmas
de la revolución cultural global y la doctrina social de la Iglesia. Esta mezcla corre
el riesgo, a su vez, de conducir a los cristianos en África a desvirtuar la fe, así
como ha sido responsable de la secularización de Occidente. Se necesita con urgencia
un esfuerzo de discernimiento y de vigilancia.