Intervención do Dr. Orochi Samuel ORACH, Asistente del Secretario Ejecutivo del "Uganda
Catholic Medical Bureau", Oyente
Dr. Orochi Samuel ORACH, Asistente del Secretario Ejecutivo del "Uganda Catholic Medical
Bureau", Kampala (UGANDA)
Los cuerpos religiosos han hecho, además,
significativas contribuciones al campo de la salud en todos los países africanos,
debidas sobre todo al apoyo de nuestros hermanos y hermanas de fuera del Continente.
Las instalaciones sanitarias de la Iglesia han ofrecido cuidados a los pobres en muchos
momentos de los conflictos. Se han convertido en un faro de esperanza allí donde la
corrupción ha dañado el sistema nacional de salud. Pero no sólo las guerras han destruido
centros de salud y escuelas. La sostenibilidad de estas importantes contribuciones
está ahora amenazada también económicamente.
En su mayoría, la mayoría de gobiernos
de África se demuestran incapaces de ofrecer servicios sanitarios sin la ayudas. Sin
embargo, hay un gran movimiento que desplaza la ayuda extrajera llevándola desde las
organizaciones no estatales al apoyo de los presupuestos generales de los gobiernos.
La Declaración de París sobre la Efectividad de la Ayuda y el Plan de Acción Accra
(2008), apunta a canalizar la ayuda a través de los gobiernos y a tener gobiernos
en su conducción. En principio esto es bueno. Pero las cambiantes modalidades de ayuda
hacen que el acceso a los recursos por parte de las Iglesias dependa demasiado del
humor de cada gobierno africano. En Uganda el apoyo al presupuesto por parte del gobierno
está disminuyendo y el año pasado financió sólo un 19% de los costes necesarios de
las instalaciones sanitarias religiosas. Sin embargo, la demanda de cuidados y el
coste unitario de los servicios sigue aumentando tremendamente, haciendo difícil reducir
las cuotas de los usuarios para los pobres, al mismo tiempo, el gobierno exige que
las instalaciones sanitarias de la Iglesia ofrezcan servicios gratuitos.
En
los países donde los cuerpos religiosos se consideran críticos hacia las políticas
del gobierno, la Declaración de París podría provocar que los gobiernos limiten el
acceso al dinero de las ayudas para las instituciones pertenecientes a los diferentes
cuerpos religiosos. Sin embargo, sabemos que estas donaciones de fondos son hechas
por los católicos de países que quieren que los destinatarios sean los servicios de
salud católicos.