2009-10-15 18:02:41

Intervención de Mons. Ayo-Maria ATOYEBI, Obispo de Ilorin (NIGERIA)


S. E. R. Mons. Ayo-Maria ATOYEBI, O.P., Obispo de Ilorin (NIGERIA)

Intervención consignada por escrito, pero no leída en el Aula.



Si la Iglesia de Dios en África quiere profundizar su servicio de reconciliación, justicia y paz, debe rezar como lo hizo Jesús para que el Espíritu Santo, mediante una nueva irradiación de su poder, nos renueve y nos haga agentes de un nuevo orden mundial en la esfera espiritual, sociopolítica, económica y médica y dé lugar a una revolución africana en el campo de las ciencias.

Sin la ayuda del Poder de las alturas, que es el único que nos puede hacer contribuir espiritual, social, moral y científicamente al progreso de la humanidad, no podríamos ser realmente la sal de la tierra ni la luz llena de esplendor. Sin ella, no podríamos contar en la comunidad internacional. Es el momento de que nosotros, africanos, nos despertemos y vivamos nuestro renacimiento. Tenemos que rezar y rezar para que sea así.

Las Escrituras nos dicen que Jesús rezaba en muchas partes. Para que podamos salir del atolladero y ser menos dependientes de la creatividad de los demás, tenemos que rezar y rezar a Dios. Las cosas no cambiarán para mejor sin una oración personal consciente, repetida, constante y ferviente. Nunca se repetirá bastante la necesidad de perseverar en la oración, el ascetismo, la predicación, la enseñanza y la acción en nuestra búsqueda de la reconciliación, de la justicia y de la paz.

Nadie puede tocar los corazones de los demás si la persona no ha sido primero tocada por el Dios de la reconciliación, de la justicia y de la paz.

Nuestro pueblo no espera que seamos banqueros o políticos para arreglar las cosas, sino que seamos formadores de conciencias, hombres y mujeres espirituales que les motiven a asumir sus responsabilidades civiles como sal de la tierra y luz del mundo.








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