Intervención de Mons. Basile MVÉ ENGONE, Arzobispo de Libreville (GABÓN)
S. E. R. Mons. Basile MVÉ ENGONE, S.D.B., Arzobispo de Libreville (GABÓN)
La
reconciliación aloja un misterio divino. Sin embargo, la Iglesia tiene el deber de
trazar el camino y de vivir ella misma resolviendo, en primer lugar, sus propias contradicciones,
antes de predicar a los otros. Cuanto más creíble sea, más sabrá crear espacios de
verdad, de justicia y de paz. Por ello, es urgente reforzar la comunión y la colaboración
efectivas de los pastores, tanto entre ellos como para con los fieles, para garantizar
la transparencia y la gestión responsable de los bienes de la Iglesia, y asegurar
la equidad entre los diferentes miembros de la comunidad eclesial.
La reconciliación
es, a la vez, un proceso y un objetivo que hay que perseguir. He aquí algunas propuestas
para alcanzarlo:
1. Esclarecer la dimensión escritural de la reconciliación,
la justicia y la paz;
2. Valorizar el sacramento de la reconciliación individual
y comunitaria;
3. Alentar los retiros, fundamentales para los laicos;
4.
Reforzar la pastoral de la familia y los jóvenes;
5. Acompañar, con más atención,
a los dirigentes encargados cotidianamente de la gestión de la cosa pública;
6.
Crear capellanías en el Senado y la Asamblea Nacional;
7. Organizar la formación
permanente de los sacerdotes y los laicos sobre la reconciliación, la justicia y la
paz;
8. En fin, suscitar espacios donde los sacerdotes puedan escucharse, compartir
y confrontar sus experiencias humanas, pastorales y espirituales.