2009-10-13 11:30:31

Intervención de la Sra. Marguerite BARANKITSE, Fundadora de la Casa Shalom, Ruyigi (BURUNDI), Oyente


Sra. Marguerite BARANKITSE, Fundadora de la Casa Shalom, Ruyigi (BURUNDI)



Hace exactamente 16 años, Burundi caía una vez más en una guerra civil que duró 12 años.

Quiero destacar con mi testimonio en qué medida quien se dice cristiano puede renegar el bautismo cuando está determinado a defender su pertenencia étnica.

Era el 24 de octubre de 1993. Nos habíamos refugiado en el Obispado de Ruvigi cuando llegaron los asesinos, debido a que eran de mi misma etnia, salí en primer lugar para detenerlos. El primer asesino me respondió que, ante todo, era un tutsi y que debía vengar a sus hermanos y hermanas de sangre. Le respondí: “no he elegido ser una tutsi pero sí he elegido el bautismo”

Aunque fuesen cristianos, no tuvieron ninguna vergüenza en matar delante de mí. Hoy, sin pedir perdón a los huérfanos que dejaron, ni al Obispo (ya que han quemado su obispado), siguen yendo a misa sin mostrar en su rostro vergüenza alguna.

Hemos aprendido a callar. Los pastores callan, la grey calla y seguimos celebrando la misa dominical como un si fuera un rito, no como una comunión fraterna.

En las regiones con mayoría cristiana encontramos muchos niños de la calle, niños soldado, niños brujos, etc... ¡No debemos dejarlos únicamente en manos de las ONG!

Sí, queridos pastores, queridos religiosos y religiosas, los niños nos tienen sólo a nosotros como familia y, de hecho, nos llaman “papá” y “mamá”. Tened el valor de abrirles las puertas de vuestros obispados, conventos, casas para ofrecerles la identidad, el afecto de la familia.

Imitemos al Obispo de Los Miserables de Víctor Hugo que abrió las puertas de su catedral, de noche, para ofrecer hospitalidad a todos los pobres. Sí, debemos tener el valor de hacer de nuestra África un lugar donde se pueda “vivir” bien.








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