Intervención del Dr. Pierre TITI NWEL, Antiguo coordenador del Servicio nacional de
Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal de Camerún, Oyente
Dr. Pierre TITI NWEL, Antiguo coordenador del Servicio nacional de Justicia y Paz
de la Conferencia Episcopal de Camerún (C.E.N.C.), Yaoundé (CAMERÚN)
En el
mundo actual, los dirigentes que se preocupan por el bienestar de sus compatriotas
y el honor de su país son los que han sido libremente elegidos por el pueblo y son
controlados con regularidad en sus acciones. En la mayoría de nuestros países, el
acceso de los individuos al poder escapa al control del pueblo, de manera que nuestros
dirigentes hacen lo que quieren y como quieren. Por este motivo sufrimos mucho. Pero
la convicción que querría compartir con vosotros es que, antes de que la Iglesia convierta
los corazones de nuestros dirigentes o mientras lo intenta, debe hacer propia esta
simple verdad: todos los ciudadanos de un país tienen el derecho y el deber de elegir
libremente a sus dirigentes y de destituirles de sus funciones si fuera necesario.
Esta verdad la conocemos intelectualmente, pero tenemos que organizarnos para realizarla
en lo concreto, luchando, concertadamente con la sociedad civil y las fuerzas políticas,
contra la confiscación del poder mediante leyes inicuas. En estos últimos años,
la Iglesia se ha comprometido aquí y allá como observador en las elecciones. Ahora
tiene que ir más lejos, abriendo los ojos de sus fieles y de los hombres y mujeres
de buena voluntad respecto de las realidades políticas y de su impacto en la vida
de todos y de cada uno. Es la tarea de acompañar al pueblo por el camino de la democracia
que la “Ecclesia in Africa” asignó a la Iglesia. Al hacer esto, que los sacerdotes
no tengan mala conciencia: la mayoría son ciudadanos del país en el que trabajan y
son quienes educan al pueblo a ser buenos ciudadanos.