2009-10-12 12:39:02

Intervención de Mons. Peter William INGHAM, Obispo de Wollongong (AUSTRALIA)


S. E. R. Mons. Peter William INGHAM, Obispo de Wollongong, Presidente de la "Federation of Catholic Bishops' Conferences of Oceania" (F.C.B.C.O.) (AUSTRALIA)

La mayoría de las diócesis en Australia y Nueva Zelanda tienen un Fondo Católico para el Desarrollo (FCD), que generan una considerable cantidad de dinero disponible para préstamos que permite financiar y mantener los edificios de la Iglesia, las escuelas y las instalaciones de asistencia social.
Las parroquias, las escuelas y las organizaciones religiosas, al igual que el clero, los laicos y las congregaciones religiosas depositan sus fondos para obtener intereses; de manera que el FCD se transforma en una institución financiera diocesana, en la que los fondos de la Iglesia se acumulan y se convierten en fuente de préstamos para financiar los edificios eclesiales y la actividad apostólica.
El FCD trabaja con una importante institución bancaria, de modo que los depósitos y las extracciones de dinero se puedan efectuar en las sucursales del banco. Cada FCD de una diócesis debe responder anualmente de los requisitos de solvencia a una empresa fundada por la Conferencia episcopal australiana.
La diócesis alienta a los laicos a invertir en el FCD, antes que en una institución financiera comercial con fin de lucro, como un compromiso personal para sostener la actividad caritativa, religiosa y educativa de la Iglesia católica.
El FCD responde a un consejo de administración formado por expertos competentes en finanzas que examina las inversiones del Fondo y aprueba los préstamos. El Consejo financiero diocesano trabaja en colaboración con el FCD para asegurar que ninguna parroquia u organismo eclesial contraiga una deuda que no pueda devolver.
Los modestos beneficios del FCD consienten al obispo pagar salarios justos al personal y sostener la obra pastoral de su diócesis.
Hace 98 años, en Australia se fundó una compañía de seguros de la Iglesia, llamada “Catholic Church Insurance”. Las diócesis y las órdenes religiosas son socios de esta institución cooperativa que ofrece un seguro para todos, pero especialmente a las diócesis más pobres de las zonas más remotas que no se pueden permitir las tasas de interés de las aseguradoras comerciales.
Llamo vuestra atención sobre estas iniciativas prácticas para animaros. Podemos ofreceros más información.







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