Intervención de Mons. Peter William INGHAM, Obispo de Wollongong (AUSTRALIA)
S. E. R. Mons. Peter William INGHAM, Obispo de Wollongong, Presidente de la "Federation
of Catholic Bishops' Conferences of Oceania" (F.C.B.C.O.) (AUSTRALIA)
La mayoría
de las diócesis en Australia y Nueva Zelanda tienen un Fondo Católico para el Desarrollo
(FCD), que generan una considerable cantidad de dinero disponible para préstamos que
permite financiar y mantener los edificios de la Iglesia, las escuelas y las instalaciones
de asistencia social. Las parroquias, las escuelas y las organizaciones religiosas,
al igual que el clero, los laicos y las congregaciones religiosas depositan sus fondos
para obtener intereses; de manera que el FCD se transforma en una institución financiera
diocesana, en la que los fondos de la Iglesia se acumulan y se convierten en fuente
de préstamos para financiar los edificios eclesiales y la actividad apostólica. El
FCD trabaja con una importante institución bancaria, de modo que los depósitos y las
extracciones de dinero se puedan efectuar en las sucursales del banco. Cada FCD de
una diócesis debe responder anualmente de los requisitos de solvencia a una empresa
fundada por la Conferencia episcopal australiana. La diócesis alienta a los laicos
a invertir en el FCD, antes que en una institución financiera comercial con fin de
lucro, como un compromiso personal para sostener la actividad caritativa, religiosa
y educativa de la Iglesia católica. El FCD responde a un consejo de administración
formado por expertos competentes en finanzas que examina las inversiones del Fondo
y aprueba los préstamos. El Consejo financiero diocesano trabaja en colaboración con
el FCD para asegurar que ninguna parroquia u organismo eclesial contraiga una deuda
que no pueda devolver. Los modestos beneficios del FCD consienten al obispo pagar
salarios justos al personal y sostener la obra pastoral de su diócesis. Hace 98
años, en Australia se fundó una compañía de seguros de la Iglesia, llamada “Catholic
Church Insurance”. Las diócesis y las órdenes religiosas son socios de esta institución
cooperativa que ofrece un seguro para todos, pero especialmente a las diócesis más
pobres de las zonas más remotas que no se pueden permitir las tasas de interés de
las aseguradoras comerciales. Llamo vuestra atención sobre estas iniciativas prácticas
para animaros. Podemos ofreceros más información.