Intervención de Mons. Gabriel 'Leke ABEGUNRIN, Obispo de Osogbo (NIGERIA)
S. E. R. Mons. Gabriel 'Leke ABEGUNRIN, Obispo de Osogbo (NIGERIA)
La Iglesia
debe estar más presente en la valiente proclamación de la Verdad en el África de hoy,
donde en muchos lugares, el compromiso político y la negociación silenciosa no han
sido efectivas (cfr el Papa Benedicto XVI, Caritas in Veritate). La voz profética
de la Iglesia en favor de los pobres y oprimidos nunca debe ser comprometida o sacrificada
en el altar de la amistad impía o de la ganancia material. Uno de los más grandes
desafíos que debe afrontar este Sínodo es el destino del gran número de inmigrantes
africanos presentes en todos los países del occidente. Desde el inicio de la crisis
económica, muchos de estos países occidentales han elaborado leyes y estructuras defensivas
para sostener sus propias economías. Desafortunadamente, algunas de las leyes aceptadas
llegan casi a negar los Derechos Humanos de los inmigrantes, especialmente de aquellos
provenientes de África. Especialmente en Italia, donde la inmigración clandestina
se ha convertido en un hecho ilegal y la asistencia a los inmigrantes por parte de
organizaciones caritativas de voluntarios han sido reducidas. En la misma África,
los malos gobiernos por la corrupción, el favoritismo, la falta de respeto a la hora
de aplicar las leyes, obran contra la justicia y la reconciliación. En África,
del norte al sur, del este al oeste, nuestros jóvenes son nuestro más grande recurso
y al mismo tiempo, las principales víctimas de la violencia étnica, del genocidio,
de los bandidos a mano armada, de la criminalidad, del tráfico humano, de la corrupción
y de los malos gobiernos. Es a la luz de todo esto que la voz profética de la Iglesia
debe ser escuchada sin ambigüedad alguna.