Ángelus: el Papa exhorta a seguir generosa y desinteresadamente a Cristo, según la
propia vocación, dando testimonio de su Evangelio en la sociedad de hoy
Domingo, 11 oct (RV).- Finalizada la Santa Misa con la canonización de cinco beatos,
el Santo Padre se ha trasladado ante la fachada de la Basílica de San Pedro, en cuya
plaza se encontraban miles de fieles y peregrinos que han participado en esta solemne
ceremonia desde la misma plaza que abraza al mundo, para rezar con ellos la oración
mariana del Ángelus.
Benedicto XVI después de dirigir un especial saludo a
las Autoridades con las delegaciones procedentes de varios Países por su presencia
en la canonización de cinco nuevos santos, ha pronunciado su breve alocución en francés,
inglés, alemán, español y polaco e italiano.
Benedicto XVI ha saludado en primer
lugar, en francés, a los peregrinos francófonos presentes y les ha animado a que tomen
ejemplo de santa Jeanne Jugan; a ocuparse de los más pobres y de los más pequeños,
de los heridos por la vida y de los abandonados por parte de nuestras sociedades sobre
todo con motivo de la “Jornada mundial del Rechazo de la Miseria”.
Con respecto
al Padre Damián el Papa les ha invitado, de la misma manera, a comprometerse con
la oración y las obras a las personas empeñadas con generosidad en la lucha contra
la lepra y contra otras formas de lepra y acompañar los trabajos del segundo Sínodo
para África.
Saludando cordialmente a los peregrinos de lengua inglesa, Benedicto
XVI se ha dirigido en especial a «un grupo de supervivientes de los ataques de Hiroshima
y Nagasaki». El Santo Padre ha asegurado sus oraciones «para que nunca más el mundo
vuelva a ser testigo de semejante destrucción de vidas humanas inocentes».
En
alemán Benedicto XVI ha saludado de manera particular a los nuevos sacerdotes del
seminario alemán en Roma. Que los nuevos santos, ha dicho el Papa, sean modelo para
nuestras vidas. Entre ellos está san Damián de Veuster muy venerado en Alemania que
ha vivido en las islas Hawai y termino por contagiarse de lepra y a los demás santos
les pedimos su intercesión para que nos obtengan muchas vocaciones religiosas.
Esta
ha sido la invitación de Benedicto XVI dirigida a los fieles de nuestra lengua presentes
en la Plaza de san Pedro teniendo en cuenta como ejemplo a los dos nuevos santos
españoles:
«Dirijo
un caluroso saludo a los peregrinos del lengua española, en particular a los que han
participado en esta gozosa ceremonia de Canonización, en especial a los Señores Cardenales,
Arzobispos y Obispos que han venido con ellos de España, tierra tan fecunda en frutos
de santidad. El dominico san Francisco Coll, con su entrega sacerdotal y misionera,
y el trapense san Rafael Arnáiz Barón, con su alma enteramente contemplativa, ambos
fervientes devotos de la Virgen María, hacen honor a la mejor tradición religiosa
y a las profundas raíces cristianas de su pueblo. Que el ejemplo y la intercesión
de estos nuevos Santos avive en todos, y particularmente en las Dominicas de la Anunciata,
en la Orden de Predicadores y en los monjes Trapenses, el compromiso de seguir generosa
y desinteresadamente a Cristo, según la propia vocación, dando testimonio de su Evangelio
en la sociedad de hoy. Saludo también a los grupos procedentes de Colombia y otros
Países Latinoamericanos». En lengua flamenca el Pontífice
les ha agradecido su presencia en Roma con motivo de la canonización del Padre Damián.
“Consagrado al Corazón de Jesús y de María, este santo sacerdote ha sido guiado por
Dios para hacer florecer su vocación con un “si” total. Que por la intercesión de
Nuestra Señora y del apóstol de los leprosos libre al mundo de la lepra, nos haga
acogedores del amor de Dios y nos de entusiasmo y alegría en el servicio a nuestros
hermanos y hermanas.
En polaco el Santo Padre, tras saludarles, les ha recordado
que hoy celebran la tradicional jornada del Papa y deben alegrase por el don de un
nuevo santo: Zygmunt Szczesny Felinski y, a su protección. Benedicto XVI ha confiado
a la Iglesia en Polonia y a toda la nación.
Finalmente Su santidad se ha dirigido
en italiano a los miles de fieles y peregrinos presentes en la Plaza de san Pedro
para recordarles una vez más que “la Virgen María es la estrella que orienta el camino
de la santiadd. Su “fiat” es el modelo perfecto a la divina voluntad y su “magnificat”
expresa el canto de exultación de al Iglesia, que ya en esta tierra goza por las grandes
obras de Dios y en el cielo alaba eternamente su gloria”. “A la Madre de Cristo nos
dirigimos con confianza filial invocando, por su intercesión y la de los nuevos santos,
paz y salvación”.