Intervención del Rev. Pe. Edouard TSIMBA, Superior-Geral da Congregação do Coração
Imaculado de Maria
Rev. Pe. Edouard TSIMBA, C.I.C.M., Superior-Geral da Congregação do Coração Imaculado
de Maria (Missionários de Scheut) (UNIÃO DOS SUPERIORES GERAIS)
Los
hombres y mujeres fieles al Evangelio se comprometen, a veces hasta el martirio, por
un mundo más justo y más solidario. Nuestros pueblos han obtenido reconciliaciones
nacionales que son modelos para los demás continentes. La mirada que muchos le reservan
a las sociedades cuyo crecimiento se ha visto afectado debe, por ende, cambiar.
Sin
embargo, aún queda mucho por hacer. Nuestras bellas declaraciones, nuestros documentos
no cambian automáticamente la realidad de nuestros pueblos. Los mensajes de reconciliación,
de paz, de justicia y de unidad no son, inicialmente, externos, sino que también nos
hablan a nosotros mismos porque la crisis externa lo es también “ad intra”. No se
llegará a la reconciliación por medio de discursos y declaraciones, ya que es una
opción fundamental de vida que requiere una conversión cotidiana, en el interior de
nuestra Iglesia y de nuestras comunidades. Nuestra misión de sanar las relaciones
entre las personas no se llevará a cabo si en nuestras propias comunidades no se practican
el verdadero perdón, la búsqueda de la verdad, la preocupación por la justicia, en
pocas palabras, el verdadero amor en una comunidad de hermanos y hermanas... No sirve
de nada hablarles de paz a los demás si la verdadera paz no reina en nuestras propias
comunidades.
Debemos refrescar la manera de concebir nuestros compromisos religiosos.
Los momentos de formación permanente se hacen entonces imprescindibles. Es igualmente
imprescindible que promovamos un movimiento eficaz de refundación.
Que nuestras
escuelas y universidades católicas formen los corazones y no solamente las cerebros,
que las fábricas de armas de guerra dejen de existir.