Intervención del Rev. Bernhard NTAHOTURI, Arzobispo de la Provincia de la Iglesia
Anglicana de Burundi (BURUNDI), Delegado fraterno
Rev. Bernhard NTAHOTURI, Arzobispo de la Provincia de la Iglesia Anglicana de Burundi
(BURUNDI)
El tema elegido para este Sínodo es un asunto pertinente
para el África de hoy. Y en estas sesiones, la Iglesia (Católica) pone de manifiesto
los riesgos de su trabajo pastoral para la sociedad africana. La Iglesia invita a
todos sus miembros y otros cristianos, así como a otros creyentes y personas de buena
voluntad a una dinámica que vaya hacia la revelación de un Dios creador y salvador
de la humanidad; un Dios de amor y fuente de vida, para transformar las situaciones
en que el africano está llamado a vivir.
Cuando miramos a nuestro alrededor,
en el África profunda, observamos numerosas situaciones preocupantes, como el deterioro
generalizado de la calidad de vida, la insuficiencia de medios para la educación de
los jóvenes, la carencia de servicios sanitarios y sociales elementales, que generan
la persistencia de enfermedades endémicas, la epidemia terrible del SIDA, el horror
de las guerras fratricidas alimentadas por un tráfico de armas sin escrúpulos, los
espectáculos vergonzosos y lamentables de los refugiados y desplazados, etc.:
África
está en crecimiento, no en una situación estática. África bulle en todas las dimensiones:
política, económica, social y cultural, y sobre todo espiritual. África es un continente
de oportunidades. La Iglesia-Familia de Dios en África debe estar marcada por el sentido
profundo de una fraternidad que va más allá de los límites de su propia familia, de
la propia tribu o etnia, por la vida sagrada que recibe de Cristo, plenitud de la
vida. Puesto que él está vivo, nosotros viviremos, y los miembros de la familia ecuménica
responderán con su presencia a la cita de la fraternidad.