Intervención del Hno. Armand GARIN, Responsable regional de los Hermanitos de Jesús
para el Norte de África (ARGELIA), Oyente
Hno. Armand GARIN, Hermanito de Jesus (Francia), Responsable regional de los Hermanitos
de Jesús para el Norte de África (ARGELIA)
En los países del Magreb,
en los que casi toda la gente es musulmana, siguiendo el ejemplo de Jesús de Nazaret
y tras la huella de Charles de Foucauld, en la fidelidad al Evangelio, algunos cristianos
y cristianas se esfuerzan por vivir como hermanos con sus vecinos y amigos musulmanes.
Creo que es posible vivir una auténtica vida de hermandad, de escucha, de acogida
y de servicio acercándonos a los musulmanes, sobre todo los niños y los pobres. Ello
presupone que hay que conocer al otro en el marco de sus tradiciones culturales y
religiosas. El extranjero, sin saberlo, nos lleva a hacer más profunda nuestra fe
y a vivir el Evangelio de un modo más auténtico. Las parábolas y los ejemplos de la
vida de Jesús se nos muestran bajo una nueva luz. Entonces, con los amigos musulmanes,
que creen en el único Dios, puede nacer una verdadera solidaridad espiritual, a través
de unos gestos que a veces tienen el sabor de la eternidad y son el signo de una comunión
auténtica.
Ello es posible porque como cristianos y musulmanes creemos profundamente
en la fraternidad en Adán (somos todos criaturas de Dios) y en Abraham. Pero, desde
la venida de Jesús, para nosotros la fraternidad entre todos los hombres tiene su
fuente en nuestra fe en Jesús muerto y resucitado para que todos tengan la vida. Creemos
que Jesús está misteriosamente presente en nuestros encuentros.