Jueves, 8 oct (RV).- Con una oración de
agradecimiento por el desarrollo de esta asamblea concluyó la séptima congregación
del Sínodo de Obispos para África sustituyendo las discusiones libres de los padres
sinodales, quienes tras una decena de intervenciones, se encaminaron hacia el Auditorium
de la Conciliación, para compartir junto al Papa Benedicto XVI el concierto por el
Aniversario de los 70 años de inicio de la II Guerra Mundial.
Unas pocas intervenciones
que sin embargo se caracterizaron por su diversidad de argumentos. Quizás uno de los
más sentidos fue el relativo al capitulo IV del Intrumentum laboris sobre los laicos
en la Iglesia planteado por monseñor Matthen Kwasi, obispo de Sunyani en Ghana quien
lamentó la situación de las mujeres que se encuentran atadas en un matrimonio poligámico,
incluso con hijos y que por su condición son discriminadas tanto por la sociedad como
por la iglesia. Es decir, si deciden divorciarse son aisladas y desprotegidas económicamente
en sus comunidades y al mismo tiempo, por su condición y aunque participan activamente
en las actividades de sus parroquias, no reciben los sacramentos de iniciación cristiana.
Una situación que según el obispo ghanés la iglesia debe orientar urgentemente dándole
un estatus especial a estas mujeres y a sus hijos.
Causó gran interés la intervención
del Secretario General de la Conferencia Episcopal de Filipinas quien acomunó los
problemas que viven ambos continentes, como el negocio de las armas, el trafico de
mujeres y niños, la destrucción, la corrupción, el soporte a gobiernos dictatoriales,
las migraciones, en fin, problemas que aquejan al sur del mundo por el impacto de
las decisiones que se toman en el norte del globo. Por ello, invitó a dirigir las
fuerzas de sus iglesias a un camino de comunión y acción conjunta.
También
la pandemia del Sida, y sobretodo la imposibilidad para una multitud de enfermos a
acceder a los medicamentos antiretrovirales, fue planteada por el presidente de la
Agencia Católica para el desarrollo de la Conferencia Episcopal de Obispos de Inglaterra
y Gales quien explicó que las causas son por la pobreza, porque están alejados de
los centros urbanos de distribución o porque no están lo suficientemente alimentados
como para recibir el tratamiento. Éste y otros temas fueron recibidos en esta séptima
congregación donde no faltaron el entusiasmo y los aplausos.