Intervención del Rev.do P. Kieran O'REILLY, Superior General de la Sociedad de las
Misiones Africanas
Rev.do P. Kieran O'REILLY, S.M.A., Superior General de la Sociedad de las Misiones
Africanas (UNIÓN DE LOS SUPERIORES GENERALES)
Una medida significativa del
crecimiento de la Iglesia en el Continente Africano, es la cantidad de africanos,
hombres y mujeres, directamente involucrados en la misión ad gentes de la Iglesia
sea como miembros de las recientemente instituidas congregaciones misioneras locales
que de los institutos internacionales, establecidos desde hace más tiempo. Inspirados
por su compromiso de fe, e instruidos por la Doctrina Social de la Iglesia, un buen
número de misioneros y congregaciones religiosas, han formado redes de trabajo para
afrontar este desafío. Me refiero, en particular, al trabajo de “Africa Faith and
Justice Network”. El cometido principal de estos grupos es dedicarse a los temas de
injusticia estructural arraigados en las políticas de Europa y Estados Unidos que
afectan de modo adverso a África. Como “Familia de Dios”, la Iglesia es desafiada
a dar testimonio y predicar la universalidad del amor de Dios hacia todas las gentes
y la futura unidad de la humanidad. Desafortunadamente, las divisiones étnicas, tribales
y regionales, afectan aún a gran parte del continente africano, obstaculizando seriamente
el desarrollo de sus gentes. El testimonio tanto de las misiones como de las comunidades
religiosas internacionales, es relevante y urgente. Estas comunidades abarcan un amplio
rango de diferencias culturales y étnicas en el seno de su “Familia”, mientras viven
y trabajan juntas al servicio del Evangelio. Su presencia proclama la Verdad del Evangelio
de que Dios no tiene favoritos, de que todos somos sus hijos y que nuestro destino
común es ser una familia en Él. África está tratada de modo inadecuado por los
medios de comunicación de masas, que se centran más bien exclusivamente en las malas
noticias, creando así la imagen ampliamente aceptada de un continente en permanente
estado de crisis. La “industria de la ayuda”, también se alimenta vendiendo estos
estereotipos negativos y anticuados de los africanos como víctimas indefensas de las
guerras sin fin y las constantes hambrunas. La gente de África debe asumir un papel
más esencial con respecto a lo que se difunde de África: Las congregaciones misioneras
e institutos internacionales, se encuentra en una posición ideal para ayudar en este
proceso.