2009-10-08 19:44:28

Intervención de Mons. Valentin MASENGO NKINDA, Obispo de Kabinda (REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO)


S. E. R. Mons. Valentin MASENGO NKINDA, Obispo de Kabinda (REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO)

La Iglesia Católica en África inspira admiración y respeto incluso a quienes no comparten sus enseñanzas, gracias a la naturaleza y a la estabilidad de sus estructuras, que reflejan su naturaleza de comunión. El espíritu de comunión le ha sido insuflado desde el principio por la acción misionera y perdura a pesar de algunas tendencias y fuerzas deconstructivas que hay que erradicar.
Si ciertos indicios de división procedentes del desorden de la ciudad se encuentran igualmente dentro del templo, ello es debido, entre otras cosas, a una mala comprensión y a la instrumentalización de las estructuras de la Iglesia en África por parte de algunos sujetos.
Para erradicarlos, sugerimos que esta Asamblea Sinodal:
-Recuerde el respeto al espíritu y de las normas constitutivas de las estructuras de la Iglesia a todos los niveles;
-Recomiende evitar en la construcción de los grupos eclesiásticos, desde los más elementales a los más complejos (las CEV, parroquias, diócesis, regiones eclesiásticas, etc...), haciéndolas coincidir con los límites territoriales o lingüísticos tribales o étnicos, para que aparezca como evidente la esencia misma de la Iglesia como familia de Dios abierta a todos.
-Insista, para minimizar las tendencias tribalizantes o de las etnias, atendiendo a la formación de los fieles católicos, agentes pastorales, sacerdotes y religiosos, para que se impregnen del espíritu subyacente a las estructuras de diálogo y de participación de la Iglesia;
-Ponga un acento particular en la formación sociopolítica de los dirigentes laicos en la línea de la enseñanza social de la Iglesia, para afirmarlos en la fe católica para permitirles actuar en política y en la ciudad como artífices de comunión y unidad.
-Asigne una importancia de talla a la elección de formadores en las casas de formación sacerdotal, religioso, los Institutos superiores de ciencias religiosas, las Universidades católicas y eclesiásticas, para lograr inspirar dicho espíritu de comunión más allá de toda distinción étnica o tribal.
-Repita que en las provisiones canónicas a todas las escalas, se nombre a las personas sin dejarse condicionar por su pertenencia étnica o tribal.-En las Escuelas católicas y en los movimientos de Acción católica, contratar maestros y formadores imbuídos del espíritu eclesial en la intención de asegurar a los jóvenes una visión tlinesana y de comunión de la Iglesia como familia de los hijos de Dios.







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