Intervención del Card. Emmanuel WAMALA, Arzobispo Emérito de Kampala (UGANDA)
S. Em. R. Card. Emmanuel WAMALA, Arzobispo Emérito de Kampala (UGANDA)
Me
regocijo con aquellas Iglesias particulares que están “elevando un himno de acción
de gracias por la liberación de los regímenes dictatoriales”.
Pero tal vez
no nos damos cuenta de que hay una nueva generación de dictadores que está remplazando
a la generación anterior. Quizá preferimos llamarles “dictadores blandos”, pero en
cualquier caso siguen siendo dictadores.
“La cultura de los principios democráticos”
de la que hablan los textos, no es la que ellos quieren cultivar. De hecho, ellos
no creen en ningún principio democrático sólido. Creen en un único principio: en la
“INGENIERÍA POLÍTICA”. En muchos de los países africanos, la política que estamos
viviendo es una política sin Dios, es un estilo de gobierno que alimenta conflictos.
El escenario político general en el continente africano y en Madagascar está claramente
descrito en las siguientes palabras, en el número 23: “Ellos (nuestros líderes) favorecen
la división para proteger su reinado (y algunas veces el de sus hijos). En algunos
lugares, el partido en el poder tiende a considerarse el Estado mismo”. Los ejemplos
de situaciones de este tipo abundan en muchos países de África y esa parece ser la
tendencia.
El ministerio de la reconciliación que nos ha sido confiado, como
leemos en 2Co 5,18, es una tarea extremadamente desafiante. Debemos ir a la raíz de
las causas de los conflictos y las guerras. Un gobierno sin principios sólidos es,
en mi opinión, una de las principales.
¿Cómo podemos resolver este problema?
Yo no veo otra solución que no sea la educación. Debemos influir en la familia y la
educación, con el fin de incluir los principios democráticos fundamentales que encontramos
en la Doctrina Social de la Iglesia.
Las estructuras que encontramos en la
Iglesia, comenzando por la familia, las pequeñas comunidades cristianas, los colegios
y demás, son algunos de los foros en los que, con prudencia, se puede iniciar la formación
de líderes que siga estos principios. Es también ahí donde puede comenzar la reconciliación
entre grupos y tribus.