2009-09-27 12:01:48

Ángelus: El Papa subraya la importancia de mantener el patrimonio espiritual heredado, para responder a las exigencias de los tiempos


Domingo, 27 sep (RV).- Durante su alocución previa al rezo mariano del Ángelus, Benedicto XVI ha expresado su felicidad por encontrarse en una tierra rica de grandes tradiciones cristianas como Moravia, “región –ha dicho- fraternalmente unida a bohemia, tierra marcada por muchos siglos de fe cristiana”. En este sentido ha invitado a custodiar este patrimonio espiritual: “Que María mantenga encendida la fe de todos vosotros, la fe alimentada también por numerosas tradiciones populares que hunden sus raíces en el pasado, pero que justamente tenéis el cuidado de conservar para que nunca falte el calor de la convivencia familiar en los pequeños pueblos y en las ciudades”.

Benedicto XVI ha señalado refiriéndose a estas tradiciones, que a veces se constata, con cierta nostalgia, que el ritmo de la vida moderna tiende a cancelar algunas huellas de un pasado rico de fe. “Es importante, sin embargo, no perder de vista el ideal que las costumbres tradicionales expresaban, y sobre todo –ha dicho el Papa- se debe mantener el patrimonio espiritual heredado de vuestros antepasados, para custodiarlo y, aún más, hacer que responda a las exigencias de los tiempos presentes”.

Por último el Santo Padre ha querido evocar las precedentes visitas realizadas por su predecesor, el Siervo de Dios Juan Pablo II. Recordando que hace veinte años decidió visitar Europa central y oriental después de la caída del totalitarismo comunista. “Quisiera retomar idealmente la enseñanza de este mi venerado Predecesor –ha concluído- e invitaros a manteneros fieles a vuestra vocación cristiana y al Evangelio para construir juntos un porvenir de solidaridad y de paz”.

Y tras el rezo mariano del Ángelus y el responso por los fieles difuntos, el Santo Padre ha saludado a todos los presentes en eslovaco, polaco, alemán y por último en checo. El Papa les ha expresando una vez más su felicidad por esta visita y ha recordado que la experiencia de Cristo no nos deja solos, por lo que ha invitado a vivir con felicidad “día a día nuestra fe y esperanza, colaborando a construir una sociedad fundada en los valores del bien, de la justicia y de la fraternidad”.



Texto completo Ángelus:

¡Queridos hermanos y hermanas!

Hemos llegado al final de esta solemne Celebración y la hora del mediodía nos invita a la oración del Ángelus. Estoy feliz por rezarla aquí, en el corazón de Moravia, región fraternalmente unida a la de Bohemia, tierra marcada por muchos siglos de fe cristiana, que evoca el origen de la valiente misión de los santos Cirilo y Metodio.

Cuando, hace veinte años, Juan Pablo II decidió visitar Europa central y oriental después de la caída del totalitarismo comunista, quiso comenzar su viaje pastoral desde Velehrad, centro de los famosos Congresos unionistas precursores del ecumenismo entre los pueblos eslavos, y conocido en todo el mundo cristiano. Vosotros recordáis además otra visita suya, la de 1995 a Svatý Kopeček, cerca de Olomouc, con el inolvidable encuentro con los jóvenes. Quisiera retomar idealmente la enseñanza de este mi venerado Predecesor e invitaros a manteneros fieles a vuestra vocación cristiana y al Evangelio para construir juntos un porvenir de solidaridad y de paz.

La tierra de Moravia es rica de santuarios marianos, que multitudes de peregrinos visitan durante todo el año. En este momento quisiera dirigirme en ideal peregrinación ante la montaña boscosa de Hostýn, donde veneráis a la Virgen como vuestra Protectora. Que María mantenga encendida la fe de todos vosotros, la fe alimentada también por numerosas tradiciones populares que hunden sus raíces en el pasado, pero que justamente tenéis el cuidado de conservar para que nunca falte el calor de la convivencia familiar en los pequeños pueblos y en las ciudades. A veces se constata, con cierta nostalgia, que el ritmo de la vida moderna tiende a cancelar algunas huellas de un pasado rico de fe. Es importante, sin embargo, no perder de vista el ideal que las costumbres tradicionales expresaban, y sobre todo se debe mantener el patrimonio espiritual heredado de vuestros antepasados, para custodiarlo y, aún más, hacer que responda a las exigencias de los tiempos presentes. Os ayude en ello la Virgen María, a la cual renuevo la consagración de vuestra Iglesia y de toda la Nación checa.

Angelus Domini…








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