Encuentro de Rímini: América Latina, el yo nace en un encuentro
Martes, 25 ago (RV).- Continúan los trabajos del Encuentro de Rímini, esta importante
manifestación internacional, que impulsa el encuentro para la amistad entre los pueblos,
del movimiento eclesial de Comunión y Liberación. Nuestro enviado en esta ciudad,
Luca Collodi, entrevistó a mons. Filippo Santoro, arzobispo de Petrópolis, en Brasil,
quien participó en el debate de hoy sobre “América Latina, el yo nace en un encuentro”.
De este modo respondió el prelado a las preguntas de Radio Vaticano.
¿Cuál
es la situación de la Iglesia brasileña?
La situación de la Iglesia
brasileña es actualmente compleja y diferenciada. El punto que determina toda la acción
pastoral y la reflexión teológica es la conferencia de Aparecida, que es un punto
de referencia clarísimo en Brasil, como en todo el continente latinoamericano. Es
un punto de referencia profundo e intenso como lo fue también la Conferencia de Puebla.
Por tanto toda la Iglesia brasileña se ha movilizado en el aspecto de reiniciar desde
Cristo para formar discípulos y misioneros.
Es una atención renovada
en la experiencia de la fe, sin descuidar el compromiso social que es el punto sobresaliente
de la acción pastoral de los obispos brasileños, una centralidad más evidente sobre
el aspecto de la fe de la experiencia cristiana, de la liturgia y del anuncio. O sea,
una centralidad mayor en la fe en primer lugar, luego en segundo, una insistencia
renovada sobre la acción social y tercero, una insistencia intensa en la misión. Estamos
todos comprometidos en la misión continental lanzada en al conferencia de Aparecida
y por tanto todas las diócesis de Brasil, siguen esta misión continental que es el
anuncio de Cristo, recuperando a los que se han alejado, a los bautizados sólo de
nombre.
Así que hacemos la invitación a visitar las casas, las familias
y los ambientes como las escuelas, universidad, hospitales, entes públicos. Es decir,
los elementos en los cuales se insiste más es la misión y la presencia de la Iglesia
en la sociedad, que el país reconocía sobretodo en tiempos de la dictadura, entonces
la Iglesia era un ancla de libertad, un espacio de salvación, de diálogo positivo,
luego cuando entró la democracia en 1985 estos espacios fueron aprovechados por los
partidos la prensa, etc. En otras palabras la acción de la Iglesia se ha caracterizado
desde siempre en términos explícitos de anuncio, misión y solidaridad.
Mons.
Santoto, la Caritas in Veritate de Benedicto XVI, ¿qué ayuda ofrece a la pastoral
social?
La Caritas fue recibida con una gran alegría porque une los
dos términos el de la caridad y el de la verdad, no es una sociología de la caridad
y tampoco una ideología de la verdad, sino más bien el abrazo de los dos elementos,
entonces un sujeto de fe transformado del encuentro con Cristo, que vive en el mundo
la belleza la misericordia del Señor en el abrazo a todos en particular a los más
pobres.
¿Cuál es la esperanza de la Iglesia brasileña?
La
esperanza de la Iglesia brasileña es muy grande porque el primer aspecto es el despertar
de la experiencia de la fe, que la intensifica y sobre todo la dinámica misionera,
porque en la misión se descubre la necesidad de un sujeto formado, alguien que este
conciente de sus razones y de su fe, y que tenga la capacidad de comunicar a los
demás el contagio de la fe, por lo que la esperanza se llama misión en este tiempo,
misión que exige un sujeto vivo, como los Apóstoles, y esto vale para todos, pero
sobretodo para nosotros los obispos, en la formación de sacerdotes. El sacerdote no
está formado sólo para el culto, para la formación de las pastorales, ni para la acción
política, el sacerdote se forma para la misión.