60 Semana Litúrgica italiana: el Papa alienta a los sacerdotes a ser ministros dignos
de la Misericordia Divina y educadores responsables de las conciencias
Martes, 25 ago (RV).- Benedicto XVI alienta a “favorecer un nuevo impulso y una renovación
en la celebración de la Misericordia y en la experiencia significativa del Perdón
divino” y -en el Año Sacerdotal- exhorta a los sacerdotes a ser “ministros dignos
de la Misericordia Divina y educadores responsables de las conciencias”. En un Mensaje
enviado con motivo de la 60 Semana Litúrgica nacional italiana, que se inauguró ayer,
el Papa hace hincapié en el lema de este encuentro: “Celebrar la misericordia. Déjense
reconciliar con Dios” (2 Cor 5,20).
Tema que pone de relieve “de forma oportuna,
la importancia y actualidad del Sacramento de la Penitencia o Reconciliación”, destaca
el mensaje pontificio, señalando luego la feliz coincidencia de esta Semana Litúrgica,
con el Año Sacerdotal y con el 35 aniversario de la entrada en vigor, para la Iglesia
italiana, del nuevo Rito de la Penitencia.
Al igual que en su mensaje los participantes
en el XX Curso del foro interno, promovido por la Penitenciaría Apostólica, reiterando
que “formar rectamente la conciencia de los creyentes es una de las prioridades pastorales
de este tiempo nuestro, porque en la medida en que se pierde el sentido del pecado,
van aumentando los sentidos de culpa, que se quisieran eliminar con remedios paliativos
insuficientes”, Benedicto XVI recuerda que “al igual que todos los sacramentos, también
el de la Penitencia requiere una catequesis previa y una catequesis mistagógica, para
profundizar en el sacramento, por medio del rito y de la oración. Sin olvidar que,
a la catequesis se debe unir un sabio empleo de la predicación, que en la historia
de la Iglesia ha conocido formas diversas, según la mentalidad y las necesidades pastorales
de los fieles”.
El mensaje, firmado por el cardenal Secretario de Estado, Tarcisio
Bertone, está dirigido a Mons. Felice di Molfetta, obispo de Cerignola y presidente
del Centro de Acción Litúrgica, manifiesta el profundo aprecio del Papa por el compromiso
y empeño que, a lo largo de 60 años, vienen caracterizando estos encuentros, “en constante
adhesión a la doctrina y a las indicaciones de la Constitución conciliar Sacrosanctum
Concilium, en sabia obediencia al Episcopado y a la Santa Sede, para presentar
el Misterio de la fe”.
Invitando a proseguir en esta senda, con la misma
fidelidad y el mismo espíritu, “ayudando a infundir nueva valentía y nueva perseverancia,
en los obreros de la viña del Señor”, Benedicto XVI pone de relieve que estas Semanas
Litúrgicas vienen ofreciendo a Obispos, sacerdotes, personas consagradas, estudiosos,
responsables diocesanos y fieles “preciosas ocasiones de profundización, siempre en
una perspectiva de servicio eclesial”.
Es decir, haciendo crecer a la comunidad
en el espíritu y en la práctica litúrgica. Evocando el magisterio del Concilio Vaticano
II, el Santo Padre, destaca que “hay que tener muy en cuenta la plena y activa participación
de todo el pueblo en la Liturgia, porque es la fuente primaria y necesaria de donde
han de beber los fieles el espíritu verdaderamente cristiano” (SC, 14).
Una
vez más, el Pontífice recuerda que junto con una adecuada formación, la conciencia
moral y una forma madura de vivir y celebrar el Sacramento de la confesión, es necesario
favorecer en los fieles la experiencia del acompañamiento espiritual. “Precisamente
por ello, hoy se necesitan maestros de espíritu sabios y santos”, reitera Benedicto
XVI, exhortando a los sacerdotes a “mantener siempre viva en sí mismos la conciencia
de que tienen que ser Ministros de la Misericordia Divina y educadores responsables
de las conciencias”, inspirándose en el ejemplo del Cura de Ars, san Juan María Vianney,
que recordamos de forma tan especial este año, en el 150 aniversario de su muerte.
Su
Santidad invoca la celestial intercesión y amparo de la Virgen María, Madre de Misericordia,
sobre todos los participantes en esta Semana Litúrgica, que se está celebrando en
la ciudad italiana de Barletta y que terminará el próximo viernes, 28 de agosto.