Ángelus: Recordando que todavía hoy la fe cristiana escandaliza, el Papa invita a
abrir el corazón a Cristo
Domingo, 23 ago (RV).- Benedicto XVI ha sido acogido hoy por numerosos fieles y peregrinos
presentes en Castelgandolfo que se han querido unir al Santo Padre en el rezo del
Ángelus. El Papa, haciendo ver su mano sin escayola, ha bromeado con los presentes
señalando que todavía tiene que tener paciencia porque “la mano está un poco vaga”.
En su alocución previa a este rezo mariano, el Papa ha proseguido analizando
un domingo más el capítulo sexto del Evangelio de Juan en el que Jesús se presenta
como “pan vivo bajado del cielo” (Jn 6,51). En particular, Benedicto XVI ha meditado
sobre la parte final de este capítulo, referido a la reacción de la gente y de los
propios discípulos, escandalizados por las palabras del Señor. Ante lo cual el propio
Jesús les dice: “¿Queréis iros también vosotros?” (Jn 6,67).
Esta pregunta
provocadora no se dirige sólo a quienes le escuchaban por aquel entonces, sino que
va dirigida, como ha señalado el Papa, a los creyentes de todos los tiempos. “También
hoy –ha dicho Benedicto XVI- son muchos los que se escandalizan ante la paradoja de
la fe cristiana”, por la dureza de sus palabras difíciles de acoger y poner en práctica.
En este sentido el Santo Padre ha recordado que Jesús no se contenta con una
pertenencia superficial y formal a la fe, sino que pide que ésta forme parte de la
forma de pensar durante toda la vida. “SeguirLe llena el corazón de gozo y de sentido
pleno a nuestra existencia, pero conlleva también, dificultades y renuncias porque
muy a menudo se debe ir contracorriente”.
A la pregunta de si se quieren ir,
Pedro responde en nombre de los Apóstoles y de los creyentes de todos los siglos diciendo:
“Señor, ¿dónde vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y
sabemos que tú eres el Santo de Dios” (Jn 6,68-69). “Queridos hermanos y hermanas,
también nosotros podemos, y queremos, repetir en este momento la respuesta de Pedro,
conscientes de nuestra fragilidad humana, y de nuestros problemas y dificultades,
pero confiados en la potencia del Espíritu Santo, que se expresa y se manifiesta en
la comunión con Jesús”.
Benedicto XVI ha recordado que la fe es un don de Dios
al hombre, y es al mismo tiempo, libre y total confianza del hombre en Dios; la fe
es dócil escucha de la palabra del Señor, que es “lámpara” para nuestros pasos y “luz”
en nuestro camino. “Si abrimos con confianza el corazón a Cristo, si nos dejamos conquistar
por Él –ha dicho el Papa- podemos experimentar también nosotros, junto al santo Cura
de Ars, que ‘nuestra felicidad en esta tierra es amar a Dios y saber que Él nos ama’”.
Éste
mensaje es que el Papa ha repetido en diferentes idiomas a los peregrinos de todo
el mundo. Escuchemos sus palabras en español: “Saludo con afecto
a los fieles de lengua española, y de modo particular a las religiosas Mercedarias
del Santísimo Sacramento, así como a los que siguen esta oración mariana a través
de la radio y la televisión. El Evangelio de hoy nos trae las palabras de Simón Pedro
a Jesús: «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna». A todos
os invito a renovar vuestra entrega a Cristo para que, encontrando en Él la fuente
de la verdadera vida, deis testimonio de su amor ante el mundo. Gracias por vuestra
visita y feliz domingo“.
Por último el Pontífice ha dirigido un saludo especial
a los participantes en el “Encuentro para la amistad entre los pueblos” que esta mañana
se ha abierto en Rímini (Italia) bajo el tema “El conocimiento es siempre un acontecimiento”.
A todos los que asistirán a esta trigésima edición del encuentro, el Papa ha deseado
que comprendan que “conocer no es un acto sólo material, porque en cada conocimiento
y en cada acto de amor, el alma del hombre experimenta un ‘algo más’ que asemeja mucho
a un don recibido, a una altura a la que nos sentimos elevados”. (Enc. Caritas in
Veritate, n. 77).