Audiencia general: Benedicto XVI se une espiritualmente a las poblaciones afectadas
por un tifón en Filipinas, China y Japón, país probado también por un fuerte terremoto
Miércoles, 12 ago (RV).- Benedicto XVI ha reanudado esta mañana la tradicional audiencia
general, con los fieles y peregrinos reunidos en el patio interior del Palacio Apostólico
de Castel Gandolfo, donde el Santo Padre transcurre el resto del verano. Al final
de este encuentro multitudinario, el Papa manifestó su cercanía espiritual a las poblaciones
de Extremo Oriente, afectadas por un tifón y por el terremoto en Japón.
“Mi
pensamiento se dirige –ha dicho el Papa- a las numerosas poblaciones que en días pasados
se han visto afectadas por la violencia de un tifón en Filipinas, en Taiwán, en algunas
provincias sudorientales de la República Popular China y en Japón, país este último,
probado también por un fuerte terremoto. Deseo manifestar mi cercanía espiritual a
cuantos se encuentran en condiciones de grave necesidad e invito a todos a rezar por
ellos y por cuantos han perdido la vida. Espero que no falten el alivio de la solidaridad
y la ayuda de los socorros materiales”.
A la audiencia de hoy del Papa, la
24ª del año en curso, asistieron unos 4.000 fieles, de los cuales numerosos romanos,
además de peregrinos procedentes de Australia, Estados Unidos, y de diversos países
europeos, entre los cuales Malta, Suiza, Polonia y Lituania. En su catequesis, el
Papa ha recordado que Dios no actúa contra nuestra voluntad. Y en vísperas de la fiesta
de la Asunción ha indicado a la Santísima Virgen como modelo de los sacerdotes, por
el “sí” con que ella respondió al ángel.
En este sentido, ha explicado que
la Anunciación nos muestra que Dios se hace dependiente de su criatura y que, como
ha escrito san Bernardo, se pude decir que “espera con ansiedad lo que dirá su criatura”.
De este modo, ha añadido el Papa, “María está real y profundamente implicada en la
Redención y en nuestra salvación". Al respecto Benedicto XVI también ha recordado
la enseñanza propuesta sobre este tema por san Juan María Vianney, en cuya figura
se inspira el Año Sacerdotal que estamos celebrando desde el pasado mes de junio.
Y
al saludar en diferentes lenguas, éstas fueron las palabras del Papa a todos los peregrinos
de nuestra lengua: “Queridos peregrinos
de lengua española. Agradezco vuestra visita y os saludo muy cordialmente, en particular
a los jóvenes de la Comunidad Misionera de Villaregia, venidos de Perú y México. Pido
al Señor que la estancia en la sede de Pedro sea una ocasión para alentar el compromiso
de ser verdaderos testigos del Evangelio en el mundo de hoy, como lo fueron los primeros
Apóstoles que nos transmitieron con su palabra y su ejemplo de vida el mensaje salvador
de Jesucristo”.
El Pontífice también se ha dirigido a los fieles polacos, de
modo particular, a los jóvenes del movimiento “Luz y Vida” que siguen en Roma un curso
de ejercicios espirituales. Al respecto, el Papa ha recordado que nacieron por invitación
del Siervo de Dios Juan Pablo II. Y ha formulado votos para que el tema de este año
los consolide en su carisma. Mientras ha pedido a todos los fieles polacos que imploren
las gracias de las que sus pastores tienen necesidad por la intercesión de la Madre
de los sacerdotes, en este Año Sacerdotal.
Hablando en italiano, el Pontífice
ha dirigido su saludo cordial a las Hijas de la Virgen del Amor Divino y, como es
costumbre, a los jóvenes, enfermos y recién casados que asistieron a esta audiencia.
A todos ellos les ha recordado que ayer hemos celebrado la memoria de santa Clara
de Asís, “que ha sabido vivir con valor y generosidad su adhesión a Cristo”. Por esta
razón, el Papa ha solicitado, especialmente a los jóvenes, que imiten su ejemplo para
que puedan, como ella, responder fielmente a la llamada del Señor. A la vez que ha
animado a los queridos enfermos a unirse a los sufrimientos de Jesús al llevar, con
fe, su cruz. Y a los recién casados les ha pidido que sean en su familia apóstoles
del Evangelio del amor.
El próximo sábado, 15 de agosto, solemnidad de la
Asunción de Nuestra Señora, Benedicto XVI celebrará la Santa Misa a las 8 de la mañana
en la Iglesia parroquial de Santo Tomás de Villanueva, de la pequeña ciudad de Castelgandolfo.
Y a mediodía el Papa dirigirá la oración mariana del Ángelus desde el patio del palacio
Apostólico para los fieles que allí se congregarán. También al día siguiente, domingo
16, el Pontífice se reunirá nuevamente con los fieles y peregrinos que deseen rezar
el ángelus dominical desde esta pequeña ciudad de la región italiana del Lazio.