Jueves, 6
ago (RV).- En diversas ocasiones hemos insistido en la importancia de la comunicación
y del diálogo para superar las diferencias o dificultades en la familia, entre amigos,
en el ámbito laboral. Pero es preciso reconocer que existen temas que no son fáciles
de asumir, temas que más que diálogo requiere actitudes.
A esta conclusión
llegaron los investigadores estadounidenses Patricia Love y Steven Stosny, en sus
investigaciones sobre las relaciones de pareja. Ellos aseguran que ante las dificultades,
'hablar de nosotros' no solo no sirve, sino que aterra a muchos hombres y por tanto
empeora la relación.
Y es posible que ante determinadas ocasiones el diálogo
sea una dificultad mayor, por ello es necesario recurrir a otros elementos que ayuden
mejorar la actitud de uno hacia otro, tanto en las parejas como en las relaciones
con los hijos.
Claudia Cala, médica y psiquiatra, apoya también está posición
y explica que esa forma de hacer terapia consiste en destacar los puntos positivos
que tiene una pareja por encima de los negativos y en poner a las dos personas a reforzar
lo bueno, con pequeñas acciones, en lugar de hablar largas horas de lo malo y de las
dificultades o inconvenientes entre ambos.
Cala, al igual que los autores norteamericanos,
sugiere recuperar el tiempo en pareja, volver a hacer las actividades que los unen:
ir a cine, salir donde los amigos, tomar vacaciones juntos.
Otra corriente
de especialistas e investigadores sostienen que el problema no es el diálogo por sí
mismo lo que distancia aún más a las parejas, sino que es la manera poco efectiva
de comunicación, es decir, hay que aprender a dialogar y a tener una comunicación
asertiva, pues la ausencia de diálogo genera aislamiento, temores e incluso lleva
a que una persona y otra se imaginan las motivaciones de su pareja, sin ninguna seguridad.
Para muchos terapeutas, el éxito no es sólo dialogar, sino combinar charlas
prácticas y ejercicios, es decir es enseñarle a la gente a comunicarse asertivamente
y a transmitir los mensajes de forma positiva, en lugar de hacerlo con reclamos o
con cantaleta.
Pero definitivamente la combinación entre diálogo y acción está
articulada en una posición, en una actitud positiva y sobre todo constructiva, y por
ello se recomienda cultivar cotidianamente esos momentos o actitudes que nos conectan
con la otra persona.
Algunos expertos sugieren que durante cada día existen
cuatro momentos esenciales de conexión con la pareja, que tienen que ver con momentos
del día, pero también con actitudes: La principal actitud es decir con cariño que
estamos presentes y felices de compartir: al levantarnos, antes de antes de salir
de casa, al regresar y antes de irse a dormir.
La segunda actitud es fundamental
y tiene que ver con los abrazos, no importa si hay resentimiento o enojo, parecerá
forzado, pero los abrazos tienen la cualidad de llenar de energía y plenitud la presencia
del otro.
La tercera actitud es más subjetiva, es decir hay que pensar en
positivo la relación. Cuando tenga un momento, desconéctese y piense en todas las
cosas buenas que tiene su pareja. Y por último, la recomendación de los expertos es
entregar amor con generosidad, esto implica que cada persona generosamente debe poner
de su parte para cuidar la relación.