Benedicto XVI confirma su intención de ir a Turín, el próximo año, para venerar la
Sábana Santa
Lunes, 27 jul (RV).- Benedicto XVI concluyó su jornada de ayer con su paseo habitual
en un domingo caracterizado por el encuentro festivo con los fieles para el rezo del
Ángelus y por el almuerzo con algunos huéspedes. En particular, el cardenal Poletto,
arzobispo de Turín, y el obispo de Aosta, Anfossi. Así nos lo ha manifestado el Director
de la Oficina de la Santa Sede y de Radio Vaticano el padre Federico Lombardi.
El
purpurado de Turín ha informado al Santo Padre sobre la preparación para poder venerar
en la primavera del próximo año la Sábana Santa y el Papa le ha confirmado su intención
de visitar Turín, con motivo de esta ocasión, en una fecha que habrá que establecer.
Las
jornadas de hoy y de mañana, ha explicado el padre Lombardi, está previsto que el
Santo Padre las pase tranquilamente, sin encuentros particulares. El Papa se dedica
a rezar, al estudio y a leer. El miércoles, día de su vuelta a Castelgandolfo, tendrán
lugar, por la mañana, los saludos a las fuerzas del orden, a los bomberos, a los miembros
de la protección civil y a todos aquellos que han prestado su servicio, en la serena
permanencia del Santo Padre en Les Combes. Por la tarde, saludará a las autoridades,
antes de trasladarse en helicóptero, hacia las cinco, al aeropuerto de Turín – Caselle,
y seguidamente en avión a Roma Ciampino. Después El Santo Padre se trasladará directamente
a Castelgandolfo, donde se le espera antes de la cena.
Bendición
del Papa a los abuelitos del mundo, por su función educativa actual En
el rezo del Ángelus de ayer Benedicto XVI invitaba, en sus saludos en español, a seguir
«el ejemplo de María y ser dóciles a la voluntad de Dios, para dar testimonio del
amor infinito que tiene a todos». Con una bendición especial a todos los abuelitos
del mundo – en el día de los santos Ana y Joaquín, abuelos de Jesús – el Papa dedicó
también unas palabras de especial relieve al Año Sacerdotal y a la misión de los sacerdotes,
como instrumento de salvación para todos.
Tenemos ante nuestros micrófonos
al padre Filiberto González, consejero para las Comunicaciones Sociales de la Casa
Generalicia de los Salesianos, que nos brinda unas declaraciones sobre las palabras
del Santo Padre. Empezando por la importancia del papel educativo de los abuelos,
en las familias y en la sociedad. Precisamente, en este contexto, Benedicto XVI encomendó
a los abuelos a la Virgen María, que «según una bella iconografía aprendió a leer
las Sagradas Escrituras, en el regazo de su mamá Ana», deseándoles que la Madre de
Dios los «ayude a alimentar siempre la fe y la esperanza en las fuentes de la Palabra
de Dios»:
Haciendo hincapié
en este Año Sacerdotal, con el texto de la liturgia de ayer, de la página evangélica
de san Juan, Benedicto XVI se refirió asimismo a la misión de los sacerdotes, alentándoles
a poner toda su vida en las manos ‘santas y venerables’ del Señor Jesús, para colaborar
con Él y ser instrumentos de salvación:
Y acercándose
ya el final de su estancia en el Valle de Aosta, el Santo Padre se despidió, en lengua
lugareña, de los queridos valdostanos. «Rezad por mí y por toda la Iglesia», les pidió
Benedicto XVI, tras reiterar su alegría por estar con ellos. Renovando también a todos
sus mejores deseos para el verano, el Papa recordó que «Dios nos acompaña siempre,
también durante las vacaciones». Por lo que éstas deben ser una buena ocasión para
‘hacer silencio’ e impulsar nuestra renovación espiritual. Es lo que ha querido desear
también a todos nuestros oyentes el padre Filiberto González, uniéndose a Benedicto
XVI: