Editorial Octava Dies: “El Papa, la Luna y la técnica”
Sábado, 18 jul (RV).- “El Papa, la Luna y la técnica”. Así se titula el editorial
Octava Dies del padre Federico Lombardi, director general de nuestra emisora y del
Centro Televisivo Vaticano, en el que recuerda que hace 40 años, el hombre pisaba
por primera vez la Luna. Una empresa que la mayor parte de la humanidad siguió con
grandísimo interés y emoción. Y destaca que el Papa Pablo VI dedicó numerosas intervenciones
a aquel “fantástico vuelo”, desde su preparación y desarrollo, hasta el “regreso triunfal
de los astronautas”.
“Hoy –dijo después del ángelus del 20 de julio–
es un día grande, un día histórico para la humanidad, si verdaderamente esta noche
dos hombres pisarán la Luna, como Nosotros, con todo el mundo ansioso, exultante y
orante, deseamos que pueda felizmente suceder!”.
Sorprende –afirma
el padre Lombardi– la participación humana y espiritual del Papa en la gran impresa,
su admiración por el ingenio y el valor del hombre. Al mismo tiempo, su meditación
vuelve a dirigirse repetidamente a los grandes problemas no resueltos de la humanidad
–el hambre, las guerras– y en el mismo ángelus concluye:
“¿Dónde está
la humanidad verdadera, dónde la hermandad, y la paz? Ojalá que el progreso, del que
hoy festejamos una sublime victoria, se dirija al verdadero bien, temporal y moral
de la humanidad”.
Pablo VI –prosigue recordando nuestro director general–
había publicado desde hacía poco su encíclica Populorum progressio. Y exclama: “¡Cuánta
esperanza que la inteligencia humana y la capacidad prodigiosa de la ciencia y de
la técnica fueran puestas al servicio del bien!”
“También la nueva
encíclica de Benedicto XVI -totalmente dedicada al verdadero desarrollo de la humanidad-
concluye recordándonos que el hombre no debe convertirse en esclavo de una nueva ideología
de la omnipotencia de la técnica, sino perseguir, con responsabilidad, ese desarrollo
integral que tiene en la caridad y en la verdad su fuerza propulsora”.
Podemos
volar en el espacio e intervenir en las fuentes de la vida; pero ¿cómo y por qué?
-se pregunta el padre Lombardi-. El “desafío -nos dice- está siempre ante nosotros”.