Ecos de Tierra Santa: ¿Cuántas veces tendrá que pedir perdón el Papa?

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Miércoles, 15 jul (RV).- “¿Cuántas veces tendrá que pedir perdón el Papa?”. Ésta es la elocuente pregunta que lanza la revista “Ecos de Tierra Santa” de Ediciones de Tierra Santa, analizando en su número de junio-julio, el mensaje que el Santo Padre dejó en su peregrinaje de mayo a esta tierra.

El viaje del Pontífice a Tierra Santa tuvo un balance positivo según analizó el propio director de la oficina de prensa de la Santa Sede y de esta emisora, el Padre Federico Lombardi, quien comentó de este modo peregrinaje del Papa: “El mensaje que el Papa ha dado ha sido un mensaje muy coherente y en correspondencia con lo que él había anunciado, un mensaje de paz. Con matices diversos, paz entre los estados, paz entre las diversas religiones, paz entre los diversos ritos de la Iglesia católica y las diversas confesiones cristianas. Por tanto un tema muy variado, unitario pero aplicado a tantas situaciones, a tantas relaciones con componentes muy variados, y aquí en Tierra Santa se nota de verdad una sociedad formada por las tradiciones, por la lengua, por la religión y por esto se entiende que crear la unidad, buscar la paz, no es una cosa simple. Por lo tanto, el mensaje que Benedicto XVI ha traído a Jerusalén es símbolo crucial - digamos - el deseo de paz, pero también de la dificultad de conseguirla, ha sido sin duda muy importante”.

Desde la Editorial de Tierra Santa se pone de relieve este mismo mensaje. “Benedicto XVI, peregrino de paz en Tierra Santa, ha pronunciado palabras claras de condena contra toda forma de violencia y terrorismo”, inicia el editorial rebatiendo el mensaje del Pontífice del “derecho de Israel a la seguridad, y de los palestinos a un Estado”, condenando “la Shoah, como horrendo gesto cumplido por un régimen ‘sin Dios’”.

Precisamente Benedicto XVI en su discurso de despedida de Tierra Santa llamó a israelíes y palestinos a romper el círculo de la violencia y construir puentes de paz. “¡No más derramamiento de sangre! ¡No más conflicto! ¡No más terrorismo! ¡No más guerra! Rompamos el círculo vicioso de la violencia. Que pueda establecerse una paz duradera basada en la justicia, que haya una verdadera reconciliación y curación. Que sea universalmente reconocido que el Estado de Israel tiene derecho a existir y a gozar de paz y seguridad en el interior de sus fronteras internacionalmente reconocidas. Que sea igualmente reconocido que el pueblo palestino tiene el derecho a una patria independiente, soberana, a vivir con dignidad y viajar libremente”, dijo el Pontífice.

Ante este mensaje, el editorial de “Ecos de Tierra Santa” se pregunta “qué más tiene que hacer el Papa, cuántas veces tiene que pedir perdón”. La revista analiza los comentarios de la prensa local tras los discursos del Pontífice, que calificó de “decepcionante” y “genéricas” las palabras del Papa. “Sobre la Shoah –recuerda el artículo- la Iglesia ya ha dicho todo lo que tenía que decir en el documento ‘Nosotros recordamos: una reflexión sobre la Shoah’ de marzo de 1998”. “Juan Pablo II –prosigue el texto- pidió perdón en su viaje jubilar, por todos los comportamientos que a lo largo de la historia han hecho sufrir a los judíos, y Benedicto XVI se ha unido a este camino de fraternidad. Por este motivo –finaliza el comentario- la petición de perdón por parte de un Pontífice, ya se ha producido, y no tiene caducidad”.

De hecho la visita del Santo Padre Benedicto XVI le ha dado nueva vida y nuevas esperanzas a la población de Tierra Santa, según señaló recientemente Caritas de Jerusalén. A nivel psicológico y moral – aspecto de suma importancia en la recuperación y desarrollo de cualquier sociedad humana – las palabras del Santo Padre Benedicto XVI, que aseguró su oración y su cercanía a todos los que sufren, llevaron un mensaje de paz para los israelíes y los palestinos, con un impacto emotivo sumamente fuerte en la población, tanto cristiana como musulmana.

El centro editorial “Ediciones de Tierra Santa”, nació en 2005 de manos de la Custodia de Tierra Santa con el fin de promover una renovada atención hacia los Santos Lugares.