Editorial Octava Dies: “Desarrollo, gratuidad y esperanza”
Domingo, 12 jul (RV).- Ante los dramáticos problemas de la familia humana en el tiempo
de la globalización, el Papa señala la dimensión trascendente del ser humano, la lógica
del don y de la gratuidad - clave de ‘fraternidad’ - «Desarrollo, gratuidad y esperanza».
Es el título del editorial para el informativo semanal Octava Dies del Centro Televisivo
Vaticano, del padre Federico Lombardi, que se inspira en la encíclica de Benedicto
XVI ‘Caritas in veritate’:
«Volver a encontrar la valentía para proyectar
el futuro del humanidad, no con las ilusiones de las ideologías superadas, sino con
la libertad de recoger en una amplia síntesis dinámica todos los elementos ofrecidos
por la experiencia negativa y positiva de los pueblos, por las reflexiones de las
diversas disciplinas, por la fatiga de la razón. Ésta es una parte del mensaje de
la nueva encíclica, pero todo ello quedaría como una veleidad estéril sin el soplo
vivo que le ofrece la inspiración de la fe. ‘La caridad en la verdad pone al hombre
ante la sorprendente experiencia del don, dice el Papa. La gratuidad está en su vida
de muchas maneras... El ser humano está hecho para el don, el cual manifiesta y desarrolla
su dimensión trascendente’ (n.34) Es una afirmación central.
La lógica del
don y de la gratuidad es la clave de aquella ‘fraternidad’ en la que el Papa ve perfilarse
las verdaderas soluciones de los dramáticos problemas de la familia humana en el tiempo
de la globalización: el persistir de los desequilibrios y del hambre, pero también
del degrado cultural y espiritual, que atenta contra la dignidad de la persona humana
víctima de dinámicas económicas exclusivamente utilitaristas o de una ideología del
poder ilimitado de la técnica. La crisis por la que justamente se afanan hoy con nosotros
los potentes de la tierra y de la que los pobres sufren los efectos más duros, debe
ser una ocasión para comprender con mayor profundidad quiénes somos y debemos ser
– hermanos llamados a amar y donar – y dónde debemos ir – más allá del horizonte cerrado
y ciego de la materia. Si no, la globalización no llegará a ser una oportunidad de
vida, sino una espiral y una trama de esclavitudes cada vez más dramáticas»