El Papa elogia la labor de la asociación contra la Usura con las víctimas de este flagelo social y pide que el Estado ayude a las familias que denuncian

Miércoles, 1 jul (RV).- Benedicto XVI centra la catequesis de su audiencia general al Año Sacerdotal. Y manifiesta su deseo de que “sirva para la renovación interior de cada sacerdote” del que “se advierte la necesidad de una mayor identificación con Cristo, como garantía de fidelidad y fecundidad en su ministerio”.

El Santo Padre reanudó esta mañana a las 10,30 la tradicional audiencia semanal, que celebró en la plaza de San Pedro, ante la presencia de unos catorce mil fieles y peregrinos procedentes de numerosos países.

En su catequesis, el Papa presentó el significado del Año Sacerdotal que se abrió el pasado 19 de junio. Al respecto, y hablando en italiano, recordó que después del Concilio Vaticano II se produjo en diversos lugares la impresión de que la misión del sacerdote en nuestro tiempo fuera algo más urgente que el anuncio de la Palabra y la administración de los sacramentos, porque había quien pensaba que en primer lugar se tenía que construir una sociedad diversa.

Y explicó que son dos los elementos esenciales del ministerio sacerdotal: “anuncio y poder”, es decir, “Palabra y sacramento”. Las dos columnas fundamentales del servicio sacerdotal más allá de sus posibles y múltiples configuraciones, y sin las cuales se vuelve “verdaderamente difícil comprender la identidad del presbítero y de su ministerio en la Iglesia”.

Así resumió Benedicto XVI estos conceptos en nuestro idioma:



Queridos hermanos y hermanas:

Tras haber clausurado el Año Paulino, seguimos la invitación del Apóstol de conocer mejor el misterio de Cristo y ponerlo como centro de nuestra existencia personal y comunitaria. Espero que la celebración del Año Sacerdotal sirva para la renovación interior de cada sacerdote. A la luz del binomio “consagración-misión”, se advierte la necesidad de una mayor identificación con Cristo, como garantía de fidelidad y fecundidad en su ministerio. En la vida del presbítero, anuncio misionero y culto no están separados. Mediante la predicación del Evangelio engendra a la fe a los creyentes para que se unan al sacrificio de Cristo con el sacrifico espiritual de sus vidas. Es urgente recuperar el primado de la gracia divina, así como la conciencia de su propia identidad, en el ejercicio del ministerio sacerdotal, cuyos elementos esenciales son el anuncio de la Palabra y la celebración de los sacramentos. El sacerdote pertenece totalmente al Señor; Él lo ha elegido y lo ha constituido para servir al Pueblo de Dios. Espero que se multiplique en toda la Iglesia la oración por la santificación del clero y las vocaciones sacerdotales.



De los saludos en diversas lenguas destacamos su bienvenida a los peregrinos procedentes de Polonia. “Junto a vosotros –les dijo hablando en polaco– doy gracias a Dios por todas las gracias que hemos recibido en el Año Paulino. Al mismo tiempo, por intercesión de san Juan María Vianney, pido que el corriente Año Sacerdotal sea un tiempo de renovación y de santificación del clero para la gloria de Dios y para el bien de la Iglesia. Os invito: sostenednos a nosotros, los sacerdotes, con vuestra oración y con el buen consejo. ¡Qué Dios os bendiga!”.

Hablando en eslovaco recordó a los fieles presentes que el domingo próximo en Eslovaquia se celebrará la fiesta de sus patronos: los santos hermanos Cirilo y Metodio. Y añadió que ellos son para nosotros ejemplo de la unidad en la fe. Por esta razón los invitó a permanecer fieles a este sublime ejemplo, mientras de corazón los bendijo junto a sus seres queridos.

Hablando en italiano, Benedetto XVI también subrayó la importancia de los valores éticos y morales de la política, al saludar brevemente a la Asociación interparlamentaria ''Cultores de la ética'', presente hoy en la plaza de San Pedro.

Mientras al saludar a los peregrinos italianos se dirigió de modo particular a los miembros del Instituto de Cristo Redentor – Misioneros Identes, que recuerdan el quincuagésimo aniversario de su fundación. “Rezo –les dijo– para que sigáis anunciando a Jesucristo, Salvador del mundo, con gran generosidad”.

El Papa también saludó a los representantes de la Consulta Nacional contra la Usura, a la vez que les agradeció la importante y apreciada obra que desarrollan junto a las víctimas de semejante flagelo social, deseando de parte de todos un renovado compromiso para contrastar eficazmente el fenómeno devastador de la usura y de la extorsión, “que constituye –dijo– una esclavitud humillante. Por eso pidió que tampoco falte, de parte del Estado, una ayuda adecuada a las familias en dificultad, que encuentran el valor de denunciar a los que se aprovechan frecuentemente de su trágica condición.

Por último, dirigió su cordial saludo a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados que asistieron a esta audiencia general. “Muchos de vosotros, queridos amigos –dijo–, tendréis en estos meses la posibilidad de transcurrir un período de vacaciones, y deseo que para todos sea sereno y proficuo. Pero también hay muchas personas que, por diversas razones, no podrán gozar de las vacaciones. Que os llegue a vosotros, queridos hermanos y hermanas, mi saludo afectuoso con el deseo de que no os falten la solidaridad y la cercanía de las personas queridas. Un saludo especial lo dirijo, en fin, a los jóvenes que en estos días están afrontando los exámenes, y aseguro para cada uno un recuerdo en la oración. Que sobre todos vele con su amor el Señor”, dijo el Papa antes de invitar a rezar el Padrenuestro.

Así saludó Benedicto XVI a los fieles y peregrinos procedentes de España y América Latina, presentes esta mañana en la plaza de San Pedro:



Saludo cordialmente a los fieles de lengua española aquí presentes, en particular, a los de la parroquia San Benito Abad, de Sevilla, acompañados por el Señor Cardenal Carlos Amigo Vallejo, a los seminaristas de Toledo y a los miembros del Instituto de Misioneras y Misioneros Identes, venidos a Roma para celebrar con gratitud al Señor el 50 aniversario de su Fundación, así como a los demás grupos de España, México, El Salvador, Colombia y otros países latinoamericanos. Os invito a que acompañéis a los sacerdotes con vuestro afecto y vuestra oración.