Benedicto XVI continúa recibiendo a los obispos de Vietnam, una iglesia con 5 siglos
de historia que ha padecido la persecución por anunciar el Evangelio
Miércoles, 24 jun (RV).- Desde el lunes pasado, y hasta el próximo 4 de julio, los
obispos de Vietnam se encuentran en Roma en el marco de la visita ad Limina Apostolorum.
Se trata de una Iglesia nacida hace 5 siglos, marcada por el valor de tantos que han
padecido persecuciones y violencia por anunciar el Evangelio, y caracterizada por
fermentos de vitalidad como la activa participación de los laicos y el considerable
incremento del número de las vocaciones para la vida sacerdotal y religiosa. Sin embargo
esta iglesia todavía lleva en sí, las divisiones que han afligido al país en los últimos
decenios, pero que poco a poco avanza en el diálogo con las instituciones estatales,
como lo confirman las visitas periódicas de las delegaciones de la Santa Sede, la
última en febrero pasado.
Esta realidad de la comunidad eclesial de Vietnam
emerge de la entrevista concedida al Osservatore Romano por Mons. Pierre Nguyen Ven
Nhon, obispo de Ðà Lat, y presidente de la Conferencia episcopal, quien recuerda que
el Evangelio de Cristo fue sembrado en aquella tierra en 1533. La jerarquía vietnamita
fue creada en 1960, en un tiempo en el que el país estaba políticamente dividido.
Solo en 1980, tras la reunificación de las dos partes del país nació la Conferencia
episcopal de todo Vietnam. En efecto, la Iglesia local, según dijo Mons. Nguyen Ven
Nho, se prepara a celebrar el próximo año el trigésimo aniversario de unificación,
en un período caracterizado por la elaboración de la primera carta pastoral colegial
en 1980, mediante la cual se invitaba al pueblo de Dios a dejarse guiar por el Evangelio
en la vida cotidiana y en el compromiso al servicio del bien común.
El presidente
de la Conferencia Episcopal de Vietnam que por estos días visita los varios dicasterios
vaticanos, en espera de la audiencia con el Papa, destaca entre los aspectos más significativos
de estos 30 años en su país, la visita, en 1980, de la delegación de la Santa Sede
bajo la guía del cardenal Roger Etchegaray, que marcó históricamente a la Iglesia
de Cristo en Vietnam, porque a partir de entonces, la Santa Sede manda casi cada año
una delegación al país para dialogar con el gobierno y para visitar las diócesis.
Estas visitas pastorales en particular la de la delegación de la Santa Seda en marzo
de 2007, guiada por Mons. Pietro Parolín, subsecretario para las Relaciones con los
Estados, y tras el significativo encuentro de enero del mismo año, entre el primer
ministro vietnamita y Papa Benedicto XVI en el Vaticano, se han hecho portadoras de
luces y motivos de esperanza que confortan la fe del pueblo cristiano.
El
obispo de Ðà Lat, destaca que esta visita ha contribuido a mejorar las relaciones
entre el Estado y la Iglesia católica, y actualmente los obispos vietnamitas esperan
que en un futuro próximo dichas relaciones diplomáticas puedan ser una realidad. “Deseamos
ardientemente la presencia permanente de la Santa Sede, en representación del Pontífice,
en Viet Nam - dijo el presidente de la Conferencia Episcopal - para nosotros sería
un signo visible del Papa y de la Iglesia universal en el seno de nuestro país. Por
otra parte, concluye, esta presencia permanente de la Santa Sede, facilitaría los
encuentros y el diálogo con las autoridades civiles en vista del testimonio de la
caridad de la buena Nueva de Cristo en nuestro país.
Recordamos que Vietnam
es una nación de mayoría budista, y que la Iglesia católica mantiene buenas relaciones
con las demás religiones y confesiones religiosas presentes, de tal manera que no
existen tensiones entre las religiones y entre quienes las profesan, inclusive y tal
como lo reveló Mons. Pierre Nguyen Ven Nhon, existe una forma de “compasión” entre
todos los vietnamitas que profesan una religión – sea budista, católica, protestante
o cualquier otra religión local- dado que comparten casi las mismas dificultades y
las mismas esperanzas.
Por lo que respecta al diálogo interreligioso, se están
cumpliendo esfuerzos pero estos varían de acuerdo con las regiones, aunque en general
los obispos realizan visitas a las pagodas budistas con motivo de las fiestas de Vesak
y reciben visitas con motivo del Nuevo año lunar, el Tet vietnamita. También existe
respeto recíproco en el ámbito de los principios de fe y de las prácticas religiosas,
pero faltan todavía relaciones a nivel de búsqueda espiritual e intelectual.