2009-06-24 15:29:01

Benedicto XVI continúa recibiendo a los obispos de Vietnam, una iglesia con 5 siglos de historia que ha padecido la persecución por anunciar el Evangelio


Miércoles, 24 jun (RV).- Desde el lunes pasado, y hasta el próximo 4 de julio, los obispos de Vietnam se encuentran en Roma en el marco de la visita ad Limina Apostolorum. Se trata de una Iglesia nacida hace 5 siglos, marcada por el valor de tantos que han padecido persecuciones y violencia por anunciar el Evangelio, y caracterizada por fermentos de vitalidad como la activa participación de los laicos y el considerable incremento del número de las vocaciones para la vida sacerdotal y religiosa. Sin embargo esta iglesia todavía lleva en sí, las divisiones que han afligido al país en los últimos decenios, pero que poco a poco avanza en el diálogo con las instituciones estatales, como lo confirman las visitas periódicas de las delegaciones de la Santa Sede, la última en febrero pasado.

Esta realidad de la comunidad eclesial de Vietnam emerge de la entrevista concedida al Osservatore Romano por Mons. Pierre Nguyen Ven Nhon, obispo de Ðà Lat, y presidente de la Conferencia episcopal, quien recuerda que el Evangelio de Cristo fue sembrado en aquella tierra en 1533. La jerarquía vietnamita fue creada en 1960, en un tiempo en el que el país estaba políticamente dividido. Solo en 1980, tras la reunificación de las dos partes del país nació la Conferencia episcopal de todo Vietnam. En efecto, la Iglesia local, según dijo Mons. Nguyen Ven Nho, se prepara a celebrar el próximo año el trigésimo aniversario de unificación, en un período caracterizado por la elaboración de la primera carta pastoral colegial en 1980, mediante la cual se invitaba al pueblo de Dios a dejarse guiar por el Evangelio en la vida cotidiana y en el compromiso al servicio del bien común.

El presidente de la Conferencia Episcopal de Vietnam que por estos días visita los varios dicasterios vaticanos, en espera de la audiencia con el Papa, destaca entre los aspectos más significativos de estos 30 años en su país, la visita, en 1980, de la delegación de la Santa Sede bajo la guía del cardenal Roger Etchegaray, que marcó históricamente a la Iglesia de Cristo en Vietnam, porque a partir de entonces, la Santa Sede manda casi cada año una delegación al país para dialogar con el gobierno y para visitar las diócesis. Estas visitas pastorales en particular la de la delegación de la Santa Seda en marzo de 2007, guiada por Mons. Pietro Parolín, subsecretario para las Relaciones con los Estados, y tras el significativo encuentro de enero del mismo año, entre el primer ministro vietnamita y Papa Benedicto XVI en el Vaticano, se han hecho portadoras de luces y motivos de esperanza que confortan la fe del pueblo cristiano.

El obispo de Ðà Lat, destaca que esta visita ha contribuido a mejorar las relaciones entre el Estado y la Iglesia católica, y actualmente los obispos vietnamitas esperan que en un futuro próximo dichas relaciones diplomáticas puedan ser una realidad. “Deseamos ardientemente la presencia permanente de la Santa Sede, en representación del Pontífice, en Viet Nam - dijo el presidente de la Conferencia Episcopal - para nosotros sería un signo visible del Papa y de la Iglesia universal en el seno de nuestro país. Por otra parte, concluye, esta presencia permanente de la Santa Sede, facilitaría los encuentros y el diálogo con las autoridades civiles en vista del testimonio de la caridad de la buena Nueva de Cristo en nuestro país.

Recordamos que Vietnam es una nación de mayoría budista, y que la Iglesia católica mantiene buenas relaciones con las demás religiones y confesiones religiosas presentes, de tal manera que no existen tensiones entre las religiones y entre quienes las profesan, inclusive y tal como lo reveló Mons. Pierre Nguyen Ven Nhon, existe una forma de “compasión” entre todos los vietnamitas que profesan una religión – sea budista, católica, protestante o cualquier otra religión local- dado que comparten casi las mismas dificultades y las mismas esperanzas.

Por lo que respecta al diálogo interreligioso, se están cumpliendo esfuerzos pero estos varían de acuerdo con las regiones, aunque en general los obispos realizan visitas a las pagodas budistas con motivo de las fiestas de Vesak y reciben visitas con motivo del Nuevo año lunar, el Tet vietnamita. También existe respeto recíproco en el ámbito de los principios de fe y de las prácticas religiosas, pero faltan todavía relaciones a nivel de búsqueda espiritual e intelectual.








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