Benedicto XVI abre el Año Sacerdotal en la Basílica de San Pedro acogiendo las reliquias
del Santo Cura de Ars, patrono de todos los sacerdotes
Viernes, 19 jun (RV).- Con la celebración de las segundas vísperas de la Solemnidad
del Sagrado Corazón de Jesús, que presidirá a las seis de esta tarde, en la Basílica
de San Pedro, Benedicto XVI abrirá el Año Sacerdotal. Antes de la liturgia, en esta
misma basílica serán acogidas las reliquias de san Juan María Vianney, el Santo Cura
de Ars, llevadas por el Obispo de esta diócesis francesa, Mons. Guy Bagnard, con la
presencia del Card. Angelo Comastri, Arcipreste de la basílica vaticana.
Durante
este año jubilar, Benedicto XVI proclamará a san Juan María Vianney “Patrono de todos
los sacerdotes del mundo”. El Santo Padre clausurará el Año Sacerdotal el 11 de junio
de 2010, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, con la participación de sacerdotes
que llegarán a Roma de todo el mundo, renovando ante el Papa su fidelidad a Cristo
y el vínculo de fraternidad.
En este Año Sacerdotal que comienza hoy, la Congregación
para el Clero ha querido acompañar a los sacerdotes del mundo mediante una nueva página
web, cuya finalidad específica apunta a la ayuda concreta mediante notas espirituales,
noticias variadas y documentos entorno al mismo Año Sacerdotal. La dirección de este
nuevo instrumento es www.annussacerdotalis.org y la pueden encontrar
en la web en español de Radio Vaticano.
El cardenal Claudio Hummes, prefecto
de la Congregación para el Clero, que informa de este instrumento en una nota, subraya
la positiva repercusión de esta iniciativa del Santo Padre que se ha generalizado
rápidamente y ha exhortado a todos a participar con empeño y creatividad.
Recordando
el momento en el que el Papa dio a conocer su intención de proclamar un Año Sacerdotal
para todos los sacerdotes del mundo, el purpurado escribe en su nota que “han sido
tres meses de intensa preparación no sólo para explicar los motivos de este año especial
sino, sobre todo, para entusiasmar a Vosotros y a vuestros fieles a fin de que este
‘tiempo de gracia’ pueda producir los mejores frutos apostólicos, de fidelidad y de
renovación intensa en la entrega ministerial”.