Ángelus: Evocando el significado del amor en el Corpus Domini, el Papa recuerda a
las personas que sufren hambre en el mundo, y pide mayor solidaridad para que la crisis
sea una oportunidad para dirigir la atención a la dignidad la persona
Domingo, 14 jun (RV).- El Santo Padre Benedicto XVI ha dedicado su alocución previa
al rezo mariano del Ángelus, a explicar el significado de la celebración de hoy del
Corpus Domini. “El Corpus Domini –ha dicho el Papa desde la ventana de su despacho
privado en el Palacio Apostólico del Vaticano- es un día que contiene una dimensión
cósmica, el cielo y la tierra”.
Explicando precisamente esa relación con las
estaciones, con el tiempo, Benedicto XVI ha señalado que esta celebración está ligada
del mismo modo a Pascua y a Pentecostés, a la muerte y a la resurrección de Cristo,
al mismo tiempo que se trata de una manifestación del amor divino. “El amor lo transforma
todo”, ha exclamado el Papa invitando después a decir sí al amor: “Nosotros decimos:
sí, el amor existe, y como existe, las cosas pueden cambiar a mejor y nosotros podemos
tener esperanza. Es la esperanza que proviene del amor de Cristo la que nos da la
fuerza de vivir y de transformar las dificultades”.
Recordando después las
numerosas celebraciones del Corpus Domini en diferentes naciones, el Santo Padre ha
querido recordar especialmente a los centenares de millones de personas que sufren
hambre en el mundo, una realidad, ha dicho, que “es absolutamente inaceptable y que
arriesga aumentar a pesar de los esfuerzos realizados en los últimos decenios”.
“Deseo,
que en ocasión de la próxima Conferencia ONU y en las sedes de las instituciones internacionales
–ha instado el Pontífice- se asuman medidas que comparta la entera comunidad internacional
y que se cumplan esas elecciones estratégicas, a veces difíciles de aceptar, que son
necesarias para asegurar a todos, en el presente y en el futuro, los alimentos fundamentales
y una vida digna”.
El Papa ha hecho referencia de este modo a la reunión de
la ONU que se celebrará en Nueva York del 24 al 26 de junio, y en la que se tratarán
temas relacionados con la crisis económica y financiera, y el impacto sobre el desarrollo:
“Invoco sobre los participantes en la Conferencia, así como sobre los responsables
públicos y del porvenir del planeta, el espíritu de sabiduría y de humana solidaridad,
para que la actual crisis se transforme en oportunidad capaz de favorecer una mayor
atención a la dignidad de cada persona humana y se promueva una igual distribución
del poder decisional y de los recursos, con particular atención al número, por desgracia
cada vez en aumento, de los pobres”.
Benedicto XVI ha señalado por último que
el próximo viernes, solemnidad del Santísimo Corazón de Jesús y Jornada de Santificación
Sacerdotal, iniciará el Año Sacerdotal por él proclamado en coincidencia con el 150
aniversario de la muerte del Santo Cura de Ars. El Papa ha confiado a las oraciones
de los fieles esta nueva iniciativa espiritual que seguirá al Año Paulino que está
por concluir. “Que este nuevo año jubilar –ha dicho el Pontífice- constituya una ocasión
propicia para profundizar el valor y la importancia de la misión sacerdotal”.
Y
tras el rezo mariano del Ángelus y el responso por los fieles difuntos, Benedicto
XVI ha saludado en varias lenguas a los fieles presentes en la plaza del San Pedro
del Vaticano, dirigiendo unas palabras en particular a los peregrinos greco-católicos
provenientes de Eslovaquia. En este sentido el Papa ha agradecido a Dios el don del
nuevo arzobispo greco-católico de origen eslovaco que recientemente ha nombrado Secretario
General de la Congregación para las Iglesias Orientales. Precisamente esta tarde recibirá
la ordenación episcopal en la Basílica papal de Santa María la Mayor.
El Pontífice
también se ha dirigido a los fieles en francés, inglés, alemán, polaco, e italiano.
Mientras que en español éste ha sido el saludo de Benedicto XVI: “Saludo con afecto
a los peregrinos de lengua española presentes en esta oración mariana. En este día,
en el que en muchas partes se celebra la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre
de Cristo, os invito a rendir público testimonio de fe y piedad hacia este excelso
sacramento, memorial de la pasión del Señor. Que la veneración de este sagrado misterio
nos haga experimentar constantemente el fruto de la redención. Feliz domingo”.