El Papa apoya un nuevo mundo económico con reglas y valores para construir “un modelo
de desarrollo” más solidario que respete la dignidad humana
Sábado, 13 jun (RV).- Nuevos “valores y reglas en el mundo económico”, cuyo modelo
de desarrollo debería estar más atento a “la solidaridad, y al respeto de la dignidad
humana”. Este ha sido en síntesis el tema del discurso de Benedicto, al recibir esta
mañana, a sus “venerados hermanos en el episcopado y en el sacerdocio, así como a
los demás amigos de la fundación” Centesimus Annus Pro Pontífice, a los que el Papa
ha agradecido esta visita, que se inserta en el contexto de su reunión anual.
El
Santo Padre les ha manifestado su gratitud por cuanto realizan en la Fundación, con
probada generosidad y al servicio de la Iglesia, a la vez que ha saludado y ha agradecido
de modo particular a su presidente, el conde Lorenzo Rossi di Montelera, quien previamente
había interpretado los sentimientos comunes, exponiendo, a grandes líneas, la actividad
de esta fundación.
Fundación, la Centesimus annus, que “colabora en la difusión
de los valores humanos, éticos, sociales y cristianos; promueve la doctrina social
cristiana favoreciendo iniciativas para desarrollar la presencia y la obra de la Iglesia
católica en varios ámbitos de la sociedad y procura a la recogida de fondos para el
apoyo de la actividad de la Sede Apostólica.
El Papa ha destacado que este
encuentro adquiere un significado y un valor particular, a la luz de la situación
que, en este momento, vive la entera humanidad. Señalando que “la crisis financiera
y económica que ha afectado a los países industrializados, a los emergentes y a los
que están en vías de desarrollo, muestra de modo evidente que hay que volver a elaborar
ciertos paradigmas económico-financieros que han sido dominantes en los últimos años.
El Santo Padre se ha congratulado con la Fundación Centesimus Annus, que ayer
afrontó en su congreso internacional, el tema de la búsqueda e individuación de los
valores y las reglas a las que el mundo económico debería atenerse, para poner en
práctica un nuevo modelo de desarrollo, más atento a las exigencias de la solidaridad
y más respetuoso de la dignidad humana.
Benedicto XVI ha manifestado asimismo
su satisfacción por el hecho de que se hayan estudiado las interdependencias entre
instituciones, sociedades y mercado -en sintonía con la encíclica Centesimus annus
de su venerado predecesor Juan Pablo II. Lo que han hecho, ha dicho el Papa, partiendo
de la reflexión, según la cual, la economía de mercado, entendida como “un sistema
económico que reconoce el papel fundamental y positivo de la empresa, del mercado,
de la propiedad privada y de la consiguiente responsabilidad para con los medios de
producción, de la libre creatividad humana en el sector de la economía”, puede ser
reconocida como vía de progreso económico y civil sólo si se orienta al bien común.
“Pero semejante punto de vista también debe acompañarse a la otra reflexión,
según la cual, la libertad en el sector de la economía debe encuadrarse “en un sólido
contexto jurídico que la ponga al servicio de la libertad humana integral”, una libertad
responsable “cuyo centro es ético y religioso”.
Y ha recordado también el Papa
que, oportunamente, la mencionada encíclica afirma valores de crecimiento humano para
todos.
“Así como la persona se realiza plenamente en la libre donación de
sí misma, así también la propiedad se justifica moralmente cuando crea, en los debidos
modos y circunstancias, oportunidades de trabajo y crecimiento humano para todos”
Antes de despedirse de los miembros de la fundación "Centesimus Annus Pro
Pontifice", Benedicto XVI ha manifestado su esperanza de que las investigaciones desarrolladas
en sus trabajos, inspirándose en los eternos principios del Evangelio, elaboren una
visión de la economía moderna respetuosa de las necesidades y de los derechos de los
débiles. Después el Papa ha anunciado la inminente publicación de su nueva encíclica.
“Como
sabéis, próximamente será publicada mi encíclica dedicada, precisamente al vasto tema
de la economía y del trabajo: en ella serán evidenciados los objetivos que nosotros,
los cristianos, debemos perseguir y los valores que debemos promover y defender incansablemente,
a fin de realizar una convivencia humana verdaderamente libre y solidaria”.
Por
último, el Santo Padre ha expresado su complacencia por todo lo que está haciendo
la Fundación a favor del Pontificio Instituto de Estudios Árabes y de Islamismo, a
cuyas finalidades, el Papa atribuye gran valor, para establecer un diálogo interreligioso
cada vez más fecundo.